Exploración prospectiva del 2021 para Venezuela (séptima parte)

El desafío para un país con su base material, moral e institucional en quiebra ante una civilización entre la extinción y una nueva manera de vivir.

Estar en el borde del abismo es una realidad que vista en términos de hacer algo con sentido de propósito y de gran impacto es una posibilidad objetiva para que pequeños logros den lugar a una gran transformación. En Venezuela es técnicamente casi imposible hacerlo peor.

El populismo-iliberal: la distorsión deliberada de la realidad, la erosión de la democracia liberal, quiebra de la confianza exclusiva en el mercado y el ascenso de formas neo-nacionalistas de gobernanza.

Si en cada sitio y momento cada uno como individualidad o en comunidad comprende para sí que el ejercicio de encuentro con la verdad es decisivo para reconstruir la confianza y la capacidad deliberativa en ese momento cederá la auto demolición social. Insultos, infundios, destrucción y linchamiento moral del adversario es el camino de menor resistencia para sumirnos en la barbarie y la miseria.

La disrupción tecnológica y sus desafíos: medioambiente, alimentación, salud y economía.

Si repensamos nuestra actuación desde una perspectiva extensiva de la economía sumando como aspectos claves la creación responsable de dinero (con “dolarización” plena o con ella creyendo que no lo es), el esfuerzo límite para la conversión de materia con la reducción máxima de la imposibilidad recuperación del desperdicio, la conversión de energía de la forma más ordenada que sea posible, la sujeción del mercado mediante reglas de regulación libres de impactos sociales, políticos, económicos y ambientales; la sola conciencia de que estamos y formamos parte de la naturaleza y no que estamos como dioses fuera de ella es un avance importante.

Una globalización más humana y social.

Si logramos mejorar la movilización sobre la base de la capacidad de las sociedades en el mundo para interactuar entre si más allá de la voluntad de los gobiernos, los pequeños avances pueden ser una fuente mayor de bienestar. La fuerza mayor de reinstitucionalización de la gobernanza en Venezuela está mostrándose con la respuesta social de un mejor proceso de “dolarización” frente a la “dolarización” perversa de la creación indirecta e irresponsable de dinero. El avance de estos eventos es el freno mecanismo esencial de perpetuación en el poder que haya existido en el país: la extracción de rentas mediante la emisión irresponsable de dinero.

Del poder a la capacidad para innovar

Si ante cada suceso actuamos mejorando cada acto transaccional (desde lo moral, lo económico y lo científico) podremos hacer más, con menos, diferente y mejor. Es la ruta del reconocimiento la condición inmanente de que para alcanzar el éxito de uno el otro también debe hacerlo.

Instituciones mundiales burocratizadas, sin capacidad de organización y vacías de contenidos y credibilidad.

Si el mundo retoma el multilateralismo y se refundan instituciones como la OMS, la UNCTAD, la OMC, la UNESCO, la ONU, la CEPAL, el BM, el BID, … y si el país se re institucionaliza tendrá acceso responsable a los recursos de ayuda sin los cuales nuestro futuro luce comprometido. El reciente resultado electoral de EE UU ha despertado en algo ese retorno a la necesaria convivencia deliberativa en el mundo.

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