La descomposición social y la amenaza de estado fallido en países institucionalmente frágiles

Los estados con instituciones consolidadas poseen la fuerza institucional para hacer frente a la crisis de la democracia, un evento importante de ella como lo fue el BREXIT no significó una merma de la legitimidad del estado. Otros son los casos de países a medio camino de la democracia como el de Colombia o de su descomposición como el de Venezuela.
El desorden político representa un problema que afecta la legitimidad del estado, a mayor debilidad institucional mayor es la amenaza, según “The Fund for Peace”, mientras Colombia ha transitado el camino de la estabilización, Venezuela parece perderlo. Para este año 2021, Venezuela aparece, detrás de Haití, como el segundo país con mayor riesgo de fragilidad en América entre 30 países, y en el lugar 25 entre 179 naciones estudiadas en el mundo.

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Fuente: gráficos elaborados a partir de datos de The Fund for Peace [3]

Las ideologías dejaron de ser ayuda para comprender la actuación política y ahora sirven de coartada para ocultar al margen de la legalidad los negocios emergentes en todas sus variantes. Este desorden, mayor en unos sitios y menor en otros, crea una confusión en los foros internacionales, en los cuales de manera cuasi mercantil y pragmática se sacrifican los derechos humanos fundamentales de las minorías, de las localidades, de países y de regiones en favor de otros intereses, como si esos valores pudieran ser transables, comparables y relativos, cuando son derechos universales.

El autoritarismo ha podido reforzar su anti fragilidad mediante un férreo control de la información a través de severas regulaciones de sus contenidos. En su fase terminal los gobiernos populistas o “iliberales” la realidad mostrada a la gente, es la que ellos promueven, atribuyendo las crisis socioeconómica y política a supuestos complots y no a la mala gestión pública. Con el control de todos los poderes públicos un gobierno populista o “iliberal” dispone de todos los recursos para la manipulación efectiva de la realidad y para la desmoralización de las fuerzas democráticas.

El aparato propagandístico es una pieza importante en la perpetuación del autoritarismo, fragmenta y divide a las fuerzas democráticas, impide la divulgación de información y manipula tanto la realidad interna como la externa del país. Es la estrategia de las dictaduras bloquear los beneficios potenciales de la mundialización de las comunicaciones, mediante una masiva ola de rumores y de información falsa, creando un escenario de zozobra permanente en las fuerzas democráticas.

Bajo las formas de gobernabilidad populista o «iliberal», las fuerzas democráticas deben enfrentar un entorno hostil, en una condición de debilidad organizacional y con una precaria e incoherente iniciativa en las redes sociales, donde prevalece la querella interna. En cada ocasión que un régimen autoritario lanza cualquier anuncio desde un simple saludo navideño hasta una de modificación de tarifas de servicios públicos o de política monetaria, hay un motivo para especular y emitir cualquier explicación inverosímil, donde se llega al extremo de responsabilizar a la gente y las organizaciones de las fuerzas democráticas, desde entreguistas, colaboradores, cómplices hasta aliados del régimen.

Es la manera del cómo los gobernantes y aliados de ocasión, más allá de lo político, han encontrado el terreno más fértil para el desarrollo de sus prósperos negocios. Es una gobernanza que ha sabido hacer síntesis de todos los males públicos del capitalismo, del socialismo y del fascismo, que se ha enquistado en el comportamiento de las masas, desde las más cultas hasta las menos ilustradas. El modelo populista o el «iliberal» son exitosos hasta bloqueando sus propias reglas, se perpetuán como dictadura con una fachada de democracia «iliberal», híbrida, imperfecta. Es un modelo anti frágil populista que como nación conducir a una condición irreversible de estado fallido y violento.La quiebra de la confianza social como institución democrática promueve una cultura de mercantilización de los actos de la vida donde todo tiene justificación para el desarrollo de prósperos negocios a partir de la miseria. Es una gobernanza que ha sabido hacer síntesis de todos los males públicos del capitalismo, del socialismo y del fascismo, que se ha enquistado en el comportamiento de las masas, desde las más cultas hasta las menos ilustradas. Es una gobernanza que se perpetua en el poder con una fachada de democracia «iliberal», híbrida, imperfecta.

La contrapartida de la anti fragilidad del populismo es la fragilidad del país como nación, el modelo de perpetuación del populismo es el de la pobreza atroz. El sostenimiento de un gobierno autoritario con un país frágil, es la de ajustes periódicos de salario básico, en menor tiempo en cada ciclo o la de una profunda depresión económica.

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Hay conjeturas sobre las razones por las cuales se ausenta la movilización efectiva para la restitución de la institucionalidad democrática. Algunas hipótesis son las siguientes:

  • Nivel alto nivel de temor y violencia entre los grupos más pobres que son los mayoritarios en el país.
  • Control de medios y presión propagandística efectiva por parte del gobierno que distorsiona la realidad y manipula emocionalmente a la mayoría excluida del país. Los pobres prefieren lo malo conocido que lo bueno por conocer, piensan que históricamente cada cambio político ha desmejorado su condición.
  • Las fuerzas democráticas tienen una configuración reactiva y no propia, como propuesta para la mayoría de los venezolanos. Está ausente una referencia comparativa superior al de las dádivas del populismo, se demuestra la ruina del modelo, sin una alternativa clara, creíble y confiable.

Hay en el Índice de fragilidad un componente que llama la atención «Élites fracturadas», esta condición que revela elevada fragilidad, quizás allí podemos encontrar las pistas sobre lo que está aconteciendo.

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Fuente: Índice de fragilidad de Venezuela 2020

Enlace para descarga del documento: Populismo e «Iliberalidad»


[1] Para más detalles sobre la legitimidad en estados premoderno, modernos y postmodernos recomendamos la siguiente lectura: «Les États face aux « nouveaux acteurs »» , un texto alternativo se puede leer en:» El poder de la debilidad«

[2] Índice de fragilidad del año 2016

[3] Índice de fragilidad de Venezuela 2016

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