Las familias frente a un entorno económico extremo

Resumen

En este artículo se detallan las situaciones críticas a las que se enfrentan las familias en medio de una crisis socioeconómica. Se resalta el peligro de aplicar soluciones universales, sin tener en cuenta la diversidad y particularidad de cada situación. Además, se exploran las alternativas de enfoque en tiempo real basado en los aspectos cualitativos del presupuesto y otro a largo plazo fundamentado en la innovación frugal.  

El enfoque de este documento es descriptivo y posee una orientación práctica destacada. Proporciona un análisis fundamentado en los principios de la economía del bien común, lo que facilita la identificación de métodos más eficaces para abordar la convivencia social. Además, hay un esfuerzo por contribuir a través de la acción en una variedad de entornos de convergencia, donde se exploran oportunidades para fomentar el desarrollo y la sostenibilidad.

Palabras clave: Crisis socioeconómica, depresión económica, hiperinflación, innovación frugal, familias, bienestar.

Introducción

El tema del desorden económico de Venezuela se ha debatido de diferentes maneras. Se ha descrito como depresión, hiperinflación y una combinación de ambos estados. Es un país con una pérdida del capital social y debilidad institucional.

No obstante, lo más importante es que se está en presencia de un nuevo modo de vivir. Un contexto en el cual el conocimiento sobre el pasado, referido en el presente como si fuera lo mismo, retrasa la superación de los problemas globales. Esta condición es producto de la bifurcación sociopolítica del poder, de la disrupción tecnológica y de la crisis del ambiente. No se avizora una nueva forma de actuar frente a asa situación.

La actualización y revisión de la manera de pensar y sentir son los factores clave de éxito. Es necesario tener una aproximación sobre el cómo se logra mejorar desde la propia adversidad, sobreviviendo a las turbulencias del presente y crear valor sustentable en el largo plazo. Es el momento prospectivo para preparar el qué y cómo hacer y actuar en una realidad diferente.

La consecuencia perversa mayor de este nuevo modo de vivir es que su costo está recayendo sobre los más pobres y desvalidos del planeta, hasta las guerras convencionales están dejando de causar daños a quienes se enfrentan, los impactos recaen sobre los sufridos del mundo.

Una narrativa equivocada

De manera convencional se ha hecho reiterativa una narrativa incierta para las familias con el propósito de hacer frente a la actual crisis económica que vive el país. La bondad de esas indicaciones depende del contexto en el cual se desenvuelve una familia, por eso las estrategias deben ajustarse a las circunstancias particulares de cada una. De lo contrario, el comportamiento insinuado, en lugar de mejorar su condición, podría empeorarla más. Hay riesgos cuando se sugiere a la gente, acciones como:

  • «Prepárese y adquiera bienes duraderos de crucial importancia, pues lo que viene es de pronóstico reservado.»
  • «Tome deuda para que compre hoy con mayor poder adquisitivo lo que mañana le será imposible adquirir o no encuentre.» 

Basta con imaginar lo que podría acontecer si todos los venezolanos se lanzan a la calle a ejecutar las acciones recomendadas de manera genérica, como si se tratara de una receta única. Sobre este importante tema, se presentan argumentos y evidencias que puedan significar una propuesta de valor.

Así es como los expertos, con muy buenas intenciones, promueven conductas que de ser seguidas por la gente comprometerían más la precaria existencia en la que se desenvuelven.

Las dificultades y la descapitalización extensa

Son los tiempos de las dificultades, de tomar buenas decisiones y no de dejarse arrastrar por las reacciones al abrigo de las emociones irreflexivas. Hemos podido observar que mucha gente actúa de modo apresurado comprometiendo su futuro. Lo hacen bajo el supuesto de que las dificultades del ahora y las condiciones del ambiente serán permanentes, cuando todo lo contrario lo que estamos viviendo es la antesala de algo que vendrá, que no será lo que ahora acontece. No podemos ignorar las dificultades que actualmente presenta el país, entre las cuales podemos citar:

  • La severa reducción del poder adquisitivo y de la noción sobre cuál es el valor de lo que una persona hace.
  • La búsqueda de bienes y servicios que en muchas ocasiones no se traduce en una compra efectiva.
  • La disminución del tiempo útil de la vida profesional. Es decir, de aquel que permite el logro de resultados económicos, espirituales y de esparcimiento realizador.
  • El aumento de la inseguridad en todos los planos de la existencia: la personal, la emocional, la afectiva, la económica, …, la laboral.
  • El rompimiento del sentido de pertenencia.

Estamos en presencia de un proceso de pérdida de valor de los recursos patrimoniales tangibles: infraestructura, vivienda, equipos y maquinarias. De manera menos visible, también se hace presente una pérdida de capital moral y social de los individuos y de las organizaciones. El problema mayor de estos eventos es que solo se hacen visibles cuando el agotamiento es terminal. Un hogar en condiciones de estabilidad económica, en un país con instituciones que faciliten que las personas puedan valerse por sí mismas para decidir su existencia, es la aspiración de una nación con ciudadanos. Los sufrimientos del presente se subestiman porque el ser humano disfruta tanto de lo que produce en el momento como de lo que acumuló en el pasado. Vive de lo acaecido, pues su vivienda, su vehículo, sus equipos, enseres, prendas de vestir, su salud, que usufructúa en el presente, se produjeron con esfuerzos del pasado.

Es conveniente tener conciencia e internalizar esas condiciones. Esto permitirá a la persona y su grupo familiar sobreponerse e incluso sacar ventajas que la adversidad también ofrece a quienes poseen un relato virtuoso compartido. Está al alcance del perseverante evitar la pérdida de la autoestima y la quiebra de su plan de vida, es la profunda reflexión a nivel del grupo familiar considerando los siguientes aspectos:

Degradación moral

Hay dos tipos de degradación moral, la que procede de una relación privilegiada con factores de poder y la que deriva del sometimiento arbitrario de la persona ante la supremacía del Estado.

Las familias cuya única opción es quedarse en el país tienen que evitar la tentación de las actividades del sector informal destructivo. Llamamos de esta forma a las que derivan de una relación privilegiada con factores de poder para la extracción de rentas de los demás. Es el caso de los oficios de gestoría ante organismos públicos, con el propósito de evitar la espera en colas, adquirir de forma privilegiada un bien escaso. Estas actividades no solo despojan a los demás de sus recursos, sino que banalizan una acción perversa, aceptándola como normal, lo cual conduce a la degradación moral de la persona y de la vida en sociedad.

La otra variante de la degradación moral de la gente se hace presente cuando el individuo asume que su existencia es un favor concedido por otro, que forma parte de un colectivo dependiente de alguien con poder de decidir sobre sus derechos. Esto es la antítesis de lo que es ser ciudadano que se vale por sí mismo y que agradece al estado la sujeción a la ley y la justicia.

La situación de extrema precariedad en la cual vive la gente hace que ellos pierdan confianza en los demás y reduzcan su sentido de pertenencia social. Donde hay responsabilidad y penalización ante lo mal hecho, existe confianza. Cuando prevalece el “sálvese quien pueda” estamos en presencia de otra forma de desgaste patrimonial por pérdida de cultura cívica.

La fuerza del autoritarismo se apoya en el adormecimiento de las masas, haciéndoles sentir tan incompetentes que asumen, como eventos milagrosos, las dádivas que los funcionarios públicos les proporcionan. Esta forma de gobernanza aplica la estrategia de que el fin justifica los medios, es la promesa de una sociedad igualitaria que da origen a la arbitrariedad.

El rescate de la armonía

Una existencia responsable exige de la gente guardar un equilibrio entre el gasto, la adquisición de bienes duraderos y la disposición de un excedente para enfrentar las vicisitudes que con el tiempo llegan, cuando en lugar de producir solo se consume. Bajo la crisis actual se ha degradado el bienestar, porque la inflación y la escasez erosionan el ingreso familiar. También, hay una pérdida de capital, puesto que lo acumulado en el pasado se pierde por desgaste, por obsolescencia, sin recursos para la reposición ni el mantenimiento.

La vida social, en estabilidad, exalta las virtudes. Cuando las condiciones se hacen extremas, toman protagonismo: el crimen, la degradación, el envilecimiento y la violencia. Es así como también se pierden valores que se acumularon en el pasado y que nos hacen mejores personas. Con el extravío de los principios, las tradiciones y las creencias hay un deterioro espiritual y moral.

De allí la importancia del rescate de las virtudes que dan valor a la dignidad humana y propician el encuentro de una vida en convivencia, favorable para desarrollar, crear y aportar.

Consideramos que es la hora de conservar el puesto de trabajo haciéndolo mejor o de explorar los espacios para el emprendimiento frugal con base en las capacidades de la persona como emprendedora fuera de los mercados negros de ocasión.

Es conveniente tener conciencia e internalizar esas condiciones. Esto permitirá a la persona y su grupo familiar sobreponerse e incluso sacar ventajas que la adversidad también ofrece a quienes poseen un relato virtuoso compartido. Está al alcance del perseverante evitar la pérdida de la autoestima y la quiebra de su plan de vida, es la profunda reflexión a nivel del grupo familiar considerando los siguientes aspectos:

  • Hay que asumir lo que está aconteciendo como un momento de la existencia familiar producto de una transición, no algo que permanecerá o se perpetuará.
  • No hay que sentirse deshonrado, si se pierde la fuente de ingresos o se queda sin empleo, no se retraiga, manténgase en contacto con sus amigos y familiares.
  • El que pueda sobreponerse depende en esencia de uno mismo.
  • Se requiere aceptar lo que está ocurriendo, los sentimientos que genera, concédase, sentirse mal y comparta el trance con alguien de confianza.
  • Busque apoyo en su entorno cercano, cuide su salud física, su equilibrio emocional y el de quienes le rodean, mientras pueda coma bien, ejercítese, descanse, haga un paréntesis, le ayudarán a reducir el estrés.
  • Dese una pausa larga para rehacer su plan familiar, reorganizar su economía, formular su dispositivo de acciones y retomar el control emocional de su vida, sea lo que sea el futuro depende de usted, entre en confianza.

Hay que, recordar que dadas las circunstancias, el imaginario popular es el terreno fértil para la creación de todo tipo de especulaciones. La propagación de rumores, en ausencia de validación objetiva, es una de las mayores fuentes de pérdida de energía vital, de autoestima y de confianza, es el peor camino para darle sentido a la vida:

  • Asimismo, evalúe e indague antes de tomar acciones apresuradas porque lo dijo un experto, su vecino o los medios.
  • Detenga la premura, distinga entre la emoción y la evasión frente a las necesidades reales y la conveniencia del uso en extremo cuidado de lo poco que tiene como medio de pago.

Una nueva narrativa económico-financiera 

Se recomienda a las familias “comprar activos”, cuando están presentes las siguientes condiciones: 

  • Primero, si se trata de un bien o equipo que se va a utilizar en un emprendimiento que agrega valor.
  • Segundo, si se dispone de los recursos financieros necesarios para efectuar la inversión.

Cuando se trata de la adquisición de un activo con fines de lucro, con el objetivo de producir un bien o un servicio y ofrecerlos en venta a terceros, es una inversión productiva. Este tipo de decisión requiere la utilización de otra herramienta financiera: el estudio de factibilidad.

Un enfoque diferente en el manejo del dinero

Un grupo familiar necesita reflexionar en la administración de sus recursos financieros, para atender a los siguientes requerimientos:

  • Transacciones corrientes: son las necesarias para efectuar las compras sin incurrir en dificultades por falta de dinero. Estos son los gastos de cada mes correspondientes al presupuesto familiar.
  • Fondos de precaución: corresponden a los recursos financieros retenidos por las personas con la finalidad de hacer frente a imprevistos y eventos inesperados.
  • Excedente o fondos disponibles de inversión: son los ingresos del grupo familiar que superan los necesarios para cubrir las transacciones corrientes y los fondos de precaución. Es el excedente es el disponible que puede ser aplicado en la inversión en bienes duraderos no productivos.

Fases de una estrategia frente a una condición extrema de incertidumbre

Se trata de pensar en nuevas formas de generar valor y mirar desde una perspectiva creadora, valiéndose de estrategias innovadoras y significativas. En este sentido, se crean reflexiones que pueden ser valoradas como propuestas de acción en el presente o en el corto plazo.

Se delinean las directrices para abordar contextos de incertidumbre. Las necesidades fundamentales y las de prevención deben estar sujetas a reglas que orienten la aplicación de recursos:

  • Eliminar lo no imprescindible, los gastos suntuarios y aquellos destinados al reconocimiento de estatus. En caso extremo, el cambio de automóvil, de las prendas de vestir, el celular y similares deberán ceder su lugar ante el pago de deudas, de la hipoteca, de la educación y de la adquisición de bienes y servicios de la dieta alimentaria.
  • Describir cuáles son las necesidades básicas y los productos que se acostumbran a adquirir con regularidad cada mes.
  • Optimizar los gastos:
    • No aplicar recursos en cosas que no sean de primera necesidad.
    • Promover la moderación.
    • Jerarquizar las compras a realizar durante el periodo que comprende el presupuesto familiar.
    • Ser disciplinado, esto es, no gastar más de lo debido, respetar el presupuesto mensual.
    • Analizar si el gasto que se ejecutó se adecuó al presupuesto con el que se contaba.
    • Planificar la recreación familiar en conjunto y no un plan para cada miembro.
    • Evite efectuar compras compulsivas como una vía de entretenimiento; es fundamental discernir entre el deseo y la necesidad.
  • Los ingresos no recurrentes, por concepto de aguinaldos, bonos y otros, hay que resguardarlos para hacer frente a imprevistos y urgencias.
  • Hay que prepararse para sobrevivir lo más posible como si no se tuviera trabajo.
  • No ceder ante la tentación de ofertas, reducen los ingresos y generan pagos de interés.
  • Cancele todas las deudas que pueda, por el contrario, mantenga los créditos hipotecarios a tasa fija, en este momento es mejor no adelantar pagos.
  • No dejen de pagar a tiempo sus casas. Es su patrimonio más importante.

Cambiar la manera de vivir es crucial en condiciones extremas:

  • Transforme el uso de las redes sociales en una herramienta de reducción de gastos, de generación de información útil y de reglas simples de intercambio de valor frente a los mercados negros.
  • Mantenga una vida sana, la salud es costosa en tiempos de crisis. Contribuya con el rescate del capital social a través de la creación y participación en redes donde se comparta información y se puedan establecer reglas recíprocas de trueque solidario.
  • Intercambie sus opiniones en conjunto con su familia, es relevante que sus parejas y sus hijos lo entiendan.
  • Convierta el dinero excedente al financiamiento de las transacciones corrientes y de previsión, en activos productivos.
  • Desarrolle su talento, aproveche las habilidades para producir bienes y servicios susceptibles de ser cambiados en el mercado por otros duraderos.
  • Capacítese, sea innovador, conozca las nuevas tecnologías.
  • No desdeñe las ventas: son una fuente de riqueza.

La innovación, la sustentabilidad y la creación de valor en un horizonte de mediano y largo plazo

En esta nueva forma de pensar lo económico y lo social, se debe tener en cuenta una evolución de paradigma que conduzca al cambio “de la extracción de renta a la creación de valor”.

Después de crisis terminales y situaciones de desorden económico extremo, la historia demuestra que el ecosistema social se adapta. Y todo empieza a operar bajo nuevas reglas y condiciones de funcionamiento.

En el caso específico de Venezuela, la insuficiencia estructural de divisas no podrá ser compensada por la renta petrolera. El estado solo cumplirá con sus funciones si la economía prospera, de manera que asegure los tributos necesarios para proveer los bienes y servicios públicos.

De un Gobierno Patrimonial, tal como lo refiere Fukuyama (2016), fundado en el clientelismo y el lucro personal o grupal por la vía de la captura de poder político, se pasa a un Gobierno Impersonal.

En esta nueva gobernanza se trata a su gente como ciudadanos con igualdad, justicia, respeto y no se necesita ser pariente, amigo de quienes detentan el poder, ni militante del partido político, de los gobernantes de turno. Es la transición hacia la eliminación de los males públicos.

Es el momento, en todas las esferas del acontecer económico, de la innovación para el rescate del afecto, de la confianza mutua, de las normas efectivas y las redes mediáticas. Es la recreación del llamado capital social y del empoderamiento, como bien lo señala Siisiäinen (2000). No es una cuestión de elección, es que no existe alternativa en la vía hacia el bienestar.

La prosperidad necesita de unas formas de organización y de relaciones productivas diferentes a las del pasado. Es la única manera de crecer la economía con equilibrio y sin desigualdades. Se requiere una aproximación de bien común e interés público, si se quiere asegurar la cobertura del costo de oportunidad de capital para los emprendedores y la sociedad. Es decir, satisfacer las expectativas de rendimiento de unos y las de equidad y justicia de otros.

La innovación social exige la creación mecanismos que se regulan a sí mismos. La renta petrolera hizo olvidar que los equilibrios económicos y son dinámicos, precarios, inestables, inciertos, complejos y ambiguos.

Sin embargo, la vida en sociedad ha permitido a los seres humanos, desde el comienzo de la historia, irse sobreponiendo a esas dificultades por la vía de normas que, a través del mercado, permiten la creación de mecanismos de autocontrol. En lugar de las reglas discrecionales y directas de las variables macroeconómicas (precios, costos, salarios, ganancias, tasa de interés, tipo de cambio) que conducen a la pobreza y a la involución.

La democracia, a través del ensayo y error, facilita el funcionamiento institucional. Es una gobernabilidad mediante la cual fluye información que hace cambiar la conducta o comportamiento social e individual, al reaccionar frente a cada nueva regulación (ex ante) o a las consecuencias derivadas de la misma (ex post), en favor de la prosperidad. Es la acción pública por la vía de la anticipación del impacto regulatorio del mercado y no sobre el sometimiento de las variables económicas.

Hay que prepararse para una era de austeridad, el mundo ya lo hace, es una aproximación de largo plazo, pues es necesario vencer la resistencia al cambio cuando se tiene repitiendo lo mismo desde bastante tiempo. Lo que vendrá va a exigir bienes y servicios más pertinentes en términos de uso, más baratos, más durables, cuyos procesos sean cuidadosos en su impacto ambiental y en el uso de los recursos naturales.

La innovación frugal, lo señala Radjou (2015), es un enfoque surgido en economías frágiles con severas limitaciones de recursos como lo fueron China e India. Ahora, También es la práctica estratégica de organizaciones exitosas en el primer mundo.

Los principios que caracterizan la innovación frugal se mencionan en las siguientes líneas:

Buscar oportunidades en la adversidad. Esto implica las siguientes consideraciones y acciones:

  • Tener socios innovadores.
  • Fortalecer la confianza.
  • Actuar con sentimiento y entusiasmo.
  • Desplegar el espíritu de trabajo en equipo “team work”.
  • Pensar diferente y mejor.

Hacer más con menos. Es la esencia de la eficiencia, eficacia y productividad, ha dado origen a una especie de efectividad creativa. Teniendo en cuenta las siguientes actividades:   

  • Añadir más valor para los emprendedores, los consumidores y la empresa con menos recursos económicos, naturales y tiempo. Acercando la demanda y oferta (comunidad, proveedores y clientes).
  • Simplificar los procesos de creación: acortar las actividades centrándose en aquellas que generan valor.
  • Crear externalidades positivas: Se refiere a la interacción entre consumidores, proveedores y la comunidad, en la cual se recrea el bienestar costos.
  • Promover la ingeniosidad: imaginar soluciones sostenibles e incluir el excedente en el valor de la producción.

Producir bienes de mayor duración. Este principio se vincula con el propósito de calidad y sostenibilidad, el cual integra las siguientes consideraciones:

  • Actuar con agilidad y razonar con flexibilidad mediante la interacción entre usuarios y diseñadores.
  • Modelar el comportamiento en compañía de los clientes: resolver problemas reales en lugar de producir una demanda inexistente, pensar las necesidades más que en deseos.
  • Generar espacios para la «co-creación» de valor con “consumidores actores”.
  • Orientar las actividades hacia la inclusión: hacer que el producto o servicio, incluya los márgenes, sea accesible y sostenible.
  • Reflexionar de manera inclusiva con el consumidor desde la fase de diseño.

Reflexiones finales

Es posible dentro del protocolo de la economía encontrar vías de fortalecimiento a partir de la adversidad tanto en el corto como en el mediano y largo plazo, con soluciones ajustadas a las particularidades de cada familia.

Primero, en tiempo real es necesaria la correcta evaluación del modo de vida con respecto a los ingresos y los gastos, debe haber un plan de, pues no existen prescripciones genéricas que sirvan a todos por igual, cada grupo tiene un mundo similar, y también, diferente, antes de hacer algo la familia debe conocerse a sí misma.

Segundo, el grupo tiene que formular un relato estratégico compartido para crear sostenibilidad y valor. Con menos recursos materiales y financieros y hacerlo mejor, es la propuesta de la innovación frugal.

Es un factor crítico el conocimiento de cada miembro del grupo familiar, su condición moral, física y espiritual. Una vida buena es aquella que busca, a través del conocimiento interior, ayudar a su propio grupo en la consolidación del sistema que se autorregula y de la capacidad de respuesta ante cualquier amenaza interna o externa. Se trata de guardar el debido equilibrio emocional, de modo que las decisiones se basen más en la calidad de vida que en apegos materiales o dominación del otro.

Referencias

Bowles, S. (2016). La nueva ciencia de la economía moral: Por qué las personas son buenas y decentes. Barcelona: Paidós. ISBN: 9788449332258.

Samuel Bowles argumenta que la economía convencional se basa en una visión equivocada de la naturaleza humana, que asume que las personas son egoístas y racionales. El autor presenta una nueva ciencia de la economía moral, que se basa en la idea de que la gente es buena y decente, y ofrece una serie de propuestas para construir un modo de vivir más justo y sostenible.

Chang, H. J. (2019). Economía para el 99%: Claves para entender la economía actual. Barcelona: Debate. ISBN: 9788499929856.

Es una crítica de la economía convencional y ofrece una serie de propuestas para hacerla más justa y sostenible. El autor argumenta que su orientación actual beneficia a una pequeña élite en detrimento de la mayoría de la población, y ofrece una serie de soluciones para abordar este problema.

Felber, C. (2012). La economía del bien común: Un modelo económico y social para el siglo XXI. Barcelona: Deusto. ISBN: 9788423427209.

En una propuesta de modelo basado en el concepto de "bien común". El autor argumenta que el objetivo de la economía debería ser maximizar el bienestar de la sociedad en lugar del beneficio individual, y ofrece una serie de propuestas para lograr este objetivo.

Fukuyama, Francisco (2016). Orden político y decadencia política: de la revolución industrial a la globalización de la democracia. Stanford.edu. Recuperado en iBooks: [ISBN: 978-0374180650].

Este libro examina la evolución de los sistemas políticos a lo largo de la historia, abordando temas como el desarrollo y la decadencia de la democracia en el contexto de la globalización. Es una lectura crucial para entender la política moderna.

Fuster Morell, M. (2018). La economía colaborativa: De la comunidad al mercado. Barcelona: Icaria Editorial. ISBN: 9788498888291.

Es un análisis de la "economía colaborativa". Se refiere a las formas de organización basadas en la colaboración y el intercambio entre individuos y comunidades. La autora ofrece una serie de recomendaciones en el abordaje de los desafíos y oportunidades que se presentan.

Grubačić, A., & Graeber, D. (2015). La economía de la gratitud: Hacia un cambio de valores. Barcelona: Virus Editorial. ISBN: 9788492559811.

Es un trabajo que versa sobre la "economía de la gratitud", que se refiere a las formas de organización que se apoyan en la reciprocidad y la gratitud. Los autores argumentan que la economía actual se basa en valores equivocados, y ofrecen una serie de propuestas para construir una economía más justa y sostenible.

Radjou Navi., Prabhu Jaideep, y Ahuja Simone (2012). Jugaad Innovation: think frugal, Be Flexible, Generate Breakthrough Growth. John Wiley & Sons, Inc. New York, EE. UU. [ISBN: 978-1118249745].

Los autores exploran el concepto de "Jugaad", una filosofía de innovación frugal que ha sido empleada con éxito en el contexto empresarial. Este texto ofrece ideas interesantes para superar obstáculos. Y también, en el logro, un crecimiento innovador de manera eficiente.

Sen, A. (2011). Economía del bienestar: Propuestas para mejorar la calidad de vida. Barcelona: Editorial Crítica. ISBN: 9788498921668.

Es una crítica de la economía convencional y ofrece una serie de propuestas para construir una economía más justa y sostenible. El autor argumenta que su objetivo debería ser mejorar la calidad de vida de las personas, y ofrece una serie de soluciones para abordar este problema.

Siisiäinen, Martti (2000). Two Concepts of Social Capital: Bourdieu vs. Putnam [Recuperado en: https://www.suz.uzh.ch/dam/jcr:ffffffff-df42-7cac-ffff-ffffbdccdaaa/siisiainen.pdf%5D.

Este artículo compara las teorías de Pierre Bourdieu y Robert Putnam sobre el concepto de capital social. En este análisis, se estudian las diferencias y similitudes entre ambas perspectivas en sociología. Hay un detallado entendimiento del concepto central.

Autores:

Francisco José Contreras Márquez

Universidad de Carabobo, Venezuela

fjcontre35@gmail.com

María Consuelo Díaz Martínez

mariaconsuelodiaz@hotmail.com

Universidad de Carabobo, Venezuela

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