La exploración del futuro: la economía como arte, ciencia y filosofía

Ahu-Akivi-1El problema civilizatorio y la economía como disciplina académica

En el área de la economía, en los medios políticos y las oficinas consultoras hay un dominio del enfoque macroeconómico, es decir, de los mecanismos que condicionan los precios, las tasas de interés y la tasa de cambio en una perspectiva fiscal –del gasto público- y monetaria –de la administración de los medios de pagos-, es lo que denominamos “economicismo”. Desde esa perspectiva, el análisis del mal funcionamiento de la economía y de la inestabilidad sociopolítica de Venezuela hacen difícil asumir una correcta revisión de la democracia, de su funcionamiento y de la gobernanza. El “economicismo” deja fuera del análisis a las formas que revisten la relación entre la gente y las élites de poder, aspectos claves para asegurar mecanismos auto-reguladores de las variables macroeconómicas. La sociedad, la gente, las organizaciones y quienes toman decisiones no son los Moái de la Isla de Pascua estáticos, inamovibles y sin capacidad de reacción.

Cuatro eventos que deben ser tenidos en cuenta si se quiere resolver los problemas de fondo, parten del reconocimiento de:

  • Primero: todo está sujeto a cambios impredecibles;
  • Segundo: los acontecimientos son dinámicos;
  • Tercero: el estado de funcionamiento del sistema está regido por la inestabilidad.
  • Cuarto: toda acción humana generadora de valor da lugar a subproductos imposibles de reúso productivo pleno, el desorden puede ser menos, pero siempre subsiste.

Un medio sujeto a cambios impredecibles.

La velocidad de acomodo y la capacidad de afectación del entorno son cada vez más impredecibles, hay una suerte de aprendizaje individual y social, capaz de administrar las reglas de forma interesada más allá de los propósitos establecidos en su formulación y en su ejecución. Los actores sociales podrían incluso contradecir el espíritu de la norma o la regla. Ahora bien, el comportamiento estratégico de la gente y de las instituciones no sólo cambian y se adaptan, es que las innovaciones, los descubrimientos pueden dejar en la obsolescencia las prácticas corrientes y la eficacia de las reglas. La política económica debe incorporar de manera explícita la evaluación previa impactos, el seguimiento de los reacomodos del sistema frente a la norma y los ajustes institucionales que permitan políticas libres de los efectos perversos del poder discrecional.

Una realidad dinámica y en movimiento permanente.

Los acontecimientos son dinámicos, en las tareas cotidianas de la gente y de las organizaciones entran en juego multitud de factores, todos interrelacionados entre sí. En la medida que aparentemente fortalecemos y controlamos las variables que afectan cualquier actividad, el desenvolvimiento del sistema paradójicamente desarrolla mayor variabilidad en el tiempo y en sus movimientos. Es necesario prestar atención, quizás la solución no se encuentra en las regulaciones sino en su simplificación, en su simplicidad, de manera que el sistema permita respuestas auto reguladoras que impidan la acumulación de pequeños problemas que puedan dar lugar a problemas de impacto terminal e incluso catastrófico.

La inestabilidad como estado corriente.

La inestabilidad es la regla: la vida tiene hoy en día tiene una gran complejidad, en la cual pequeñas incidencias pueden alterar de manera importante el desenvolvimiento del sistema. Hay un reto estratégico y táctico en la forma como se toman decisiones: el entorno condiciona los comportamientos de la gente, de las instituciones privadas o públicas, de una manera que impide predicciones sobre el futuro inmediato, es como conducir el auto en la autopista, en la cual cualquier evento fortuito puede producir un gran congestionamiento, de larga o de corta duración. No nos referimos a fallos estructurales de mal estado de la vialidad, o de un evento coyuntural catastrófico como una tormenta, simplemente lo accidental tiene una probabilidad no despreciable de ocurrencia. Es un error en la gobernanza populista-iliberal la proliferación de normas para controlar las incidencias de manera arbitraria pues el intento de control elimina las señales que el ambiente emite para que el propio sistema a través de sus mecanismos auto reguladores haga las correcciones debidas.

Conclusión.

Mientras la naturaleza cambiante, dinámica e inestable no se asuma de manera implícita en nuestro modo de vida, será bien difícil sobreponerse al desorden económico en el cual nos encontramos. Hasta el presente solo los descubrimientos y las innovaciones han permitido al ser humano escapar a la degradación que se crea con la producción material y el consumo; verbi gratia, toda vez que se fabrica un computador y se le utiliza hasta su obsolescencia o vida útil, lo que resta queda degradado en otra cosa que no puede dar lugar de nuevo a lo mismo, a algo superior, simplemente será un desecho de un computador. El conocimiento ha permitido en forma de innovaciones ofrecer a la humanidad un acervo de valor aprovechable cada vez más grande, pero jamás suficiente para compensar lo que consume su propio proceso creador de conocimiento. La ilusión de una falsa “negentropía” solo es posible por la existencia de recursos no renovables cuya explotación tiene sus límites en el tiempo. Todo lo contrario, la abundancia de recursos no renovables, en un contexto de pereza social y populismo puede hacer involucionar a una sociedad en favor de quienes la controlan. La respuesta a la mala gobernanza se encuentra en el diseño de una propuesta institucional diferente que promueva una cultura con disposición hacia la ingeniosidad y la simplicidad de la innovación frugal permanente.

Audio sobre el tema.

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