La gestión del capital de trabajo bajo condiciones de asfixia regulatoria

Las pequeñas y medianas empresas tienen potencial para ser sostenibles, si el negocio del petróleo se estabiliza y el mercado de valores se flexibiliza, incluso cuando la política económica no es la ideal. Por supuesto, el éxito depende de si consiguen acceder al resto de recursos en dinero represados en Venezuela.

Los orígenes de la asfixia regulatoria y sus efectos

En Venezuela, el 1 de octubre de 2021 entró en vigor una nueva moneda que le quitó seis ceros al llamado bolívar soberano. Después, el 1 de diciembre de 2021, se aprueba la Ley de Registros y Notarías para establecer nuevas tasas por la prestación de los servicios en esas entidades. El 28 de marzo de 2022 se reforma el impuesto a las grandes transacciones financieras que grava los pagos en moneda extranjera, criptomonedas y criptoactivos.

Las medidas económicas redujeron las fuentes de financiación de las operaciones corrientes de las empresas. En un país con una dolarización ineludible, el impuesto a las grandes transacciones financieras añadió gastos a las operaciones ordinarias. Al restar ceros a la unidad monetaria, el capital de las empresas se redujo a la nada, su revalorización ante registros y notarias se hizo imposible con las nuevas tasas.

Los ingresos fiscales se comprometen con la intensidad de las alzas de precios.  De forma sencilla: se registra un impuesto inflado por la inflación, se recauda, se administra y cuando va a aplicar, los valores del destino del recurso han cambiado de manera significativa. La solución fácil para el gobierno central y las alcaldías ha sido la presión fiscal de los contribuyentes y el aumento de los tributos municipales.

Las dificultades de financiamiento del capital de trabajo

Los excedentes financieros que continúan en el país no tienen las posibilidades de protegerse en mercados foráneos. Esto se debe al riesgo que representa incluso el intento de hacerlo. De igual modo, debido a que las regulaciones que rigen los mercados financieros internacionales impiden una relación favorable de retorno frente a los costos de transacción de mantener colocaciones en el extranjero.

Es el momento para mejorar y automatizar la entrega y el uso de servicios financieros a través del mercado de capitales y de las nuevas tecnologías financieras. Se trata de una exploración de oportunidades de los emprendedores exitosos y las pymes, que han superado el desastre de la mala política pública y el desorden económico del país. Hay que asegurar las operaciones corrientes de fabricación y el mantenimiento de su infraestructura, y a largo plazo, ampliar sus capacidades y actualizar la tecnología.

El logro de los emprendedores ha sido con base en sus recursos propios y con el ingenio para sacar ventajas de la adversidad. No fue el producto de intentos fallidos de reproducir y restablecer las condiciones del pasado, cuando abundaba la intermediación financiera. Aquellos fueron tiempos que alimentaron la extracción de rentas hacia los mercados financieros de gran retorno en detrimento de la actividad productiva.

Uno de los mayores problemas en las organizaciones es la falta de recursos para atender los pagos que guardan relación con su capital de trabajo: salarios, aportes, compra de materiales, servicios públicos, arrendamientos, impuestos, …, deuda. En Venezuela, la gestión del capital de trabajo ha sido de importancia crucial desde el 2016 por la aparición de la hiperinflación intermitente y una condición recesiva por asfixia regulatoria. Estos son factores que pueden impedir a las empresas consolidar la permanencia de sus logros a largo plazo.

Los retos superados por las empresas sobrevivientes

En conclusión, las empresas en marcha y los nuevos emprendimientos han enfrentado un entorno hostil desde 2019, los eventos más relevantes han sido los siguientes:

Primero, el advenimiento del COVID-19.

Segundo, la escasez extrema de combustible.

Tercero, el desvío los recursos financieros desde la producción hacia los mercados negros.

Cuarto, la destrucción extensa de medios de pago.

Quinto, las dificultades de intermediación financiera.

Sexto, la demolición de los servicios públicos (agua, energía eléctrica, comunicaciones y salud).

Séptimo, la devastación de la infraestructura física del país.

Octavo, la voracidad fiscal y la mala aplicación de esos recursos por parte del gobierno central y de las alcaldías.

Noveno, los elevados costos de transacción en notarías y registros para la formalización de nuevos emprendimientos y el desarrollo de las empresas en marcha.

Décimo: las sanciones internacionales.

Asfixia regulatoria y emisión irresponsable de dinero

Todos esos acontecimientos se suman a la emisión irresponsable de dinero inductor de la inflación, con un mecanismo de transmisión que coloca al tipo de cambio como otro factor determinante del estado de la economía.

Los aspectos más importantes de la administración del capital de trabajo son:

Primero, los excesivos impuestos, retenciones y tributos que se enteran a las autoridades y a las alcaldías, comprometen los recursos necesarios para el funcionamiento corriente de las empresas.

Segundo, la ruptura de las cadenas de suministro, la escasez y las regulaciones impiden la optimización de las compras de materias primas e insumos.

Tercero, las normas financieras internacionales restringen el rendimiento que un inversor puede recibir al colocar en el extranjero en comparación con los costos de hacerlo.

Cuarto, el encarecimiento generalizado de las actividades económicas debido a las distorsiones derivadas de los incentivos perversos propios de los mercados negros.

Quinto, las empresas se ven obligadas a realizar cambios administrativos que les suponen gastos, que dificultan sus operaciones incluso cuando las llevan de forma eficiente y productiva

¿Qué deben hacer las empresas?

Aunque mantener el dinero suficiente para responder por tales pagos no es fácil, es posible mejorar esa condición mediante la evaluación del ciclo de caja. En este concepto intervienen tres elementos:

Días de inventario: es el número de días que transcurre, desde cuando llegan las materias primas a la empresa y estas, se transforman en productos terminados, listos para ser vendidos y entregados a los clientes.

Período promedio de cobro: se define como el número de días que pasa, entre la realización de la venta a crédito y el momento en el que se recibe el dinero por el cobro respectivo.

Período promedio de pago: es el número de días transcurridos, desde la fecha en el que se compran a crédito las materias primas y el momento en el cual se pagan, también es necesario incluir las erogaciones por servicio de deuda, abono de impuestos y de otros insumos exigidos para la producción.

La solución

Una empresa con problemas de liquidez, porque realiza pagos en el presente, cuyos retornos ocurren en lapsos superiores a tres meses, tiene que lograr fondos líquidos mediante la intermediación financiera bancaria o a través del mercado de capitales. Para ello debe identificar la capacidad de pago de la empresa mediante un presupuesto de efectivo que permita el financiamiento de esa falta de consonancia entre las salidas y entradas de dinero.

Ciclo de caja

Hoja de ruta para completar la propuesta

Se necesita una hoja de cálculo con la siguiente información:

Primero, la estructura de costos por mes correspondiente al ciclo de caja de las operaciones, entre el momento que se activa la fabricación y la fecha en que la empresa cobra el total de las ventas del lote producido.

Segundo, los movimientos de efectivo que no forman parte de los costos y gastos, pero que si exigen recursos financieros (impuestos, amortización de préstamos, por ejemplo).

Enlace para descargar el documento:


Enlace de una utilidad en línea para simulaciones: Tabla de evaluación de ciclo de caja

Referencias documentales sobre el desorden monetario y la asfixia regulatoria

 
 
 

Enlace para descarga del documento:

Insuficiencia de capital de trabajo

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