La cultura populista, la adulteración del pensamiento y la liberación del tiempo cerebral

¿Por qué las producciones adulteradas del pensamiento superan a las proposiciones objetivamente fundamentadas?

Porque hay condiciones de entorno que favorecen a los productos que se basan en la voluntad de la gente de asumir como ciertos los contenidos falsos de las redes que se alineen con sus pasiones. Las ideas en los medios sociales no son equilibradas ni transparentes, ya que derivan del instinto y del conocimiento estructurado. En estos mercados, ciertas ideas se benefician de efectos de propagación que garantizan su perdurabilidad, no por su capacidad intrínseca de ser transferidas de una mente a otra. Esto crea un entorno propicio para los productos basados en las creencias de la gente, cuando asumen como verdaderos los contenidos falsos de las redes que se alinean con sus pasiones.

Según Bronner (2022), «la abrumadora difusión de la información ha dado primacía a los juicios subjetivos»[1], ya que los libera de la verosimilitud que exige la calificación de conocimiento objetivo. Es un contexto que favorece al producto cuya presentación es más satisfactoria por su relación con las pulsiones básicas del ser humano. Las ideas solo pueden sobrevivir si les dedicamos algo de nuestro tiempo mental. Con la reducción de los procesos económicos vitales, esa duración ha aumentado de manera importante las posibilidades de la reflexión libre. Esa disponibilidad es la misma para todos y posee un valor superior a lo que uno pueda imaginar y ha sido la fuente del progreso de la humanidad. Sin contención alguna, ese desequilibrio permite la depredación del saber objetivo frente a los dogmas.

Kahneman (2021) afirma que «la relación entre creencias, emociones y comportamiento instintivo es fluida y requiere poca energía mental»[2] . Lo ha denominado “pensamiento rápido”. Esto crea una relación que es beneficiosa y adictiva para la aceptación de las informaciones que confirmen las creencias arraigadas con profundidad en nuestra naturaleza.

Metaverso, secuestro de la voluntad social y propagación de la cultura populista

Desde el llamado metaverso se levanta el secuestro de la voluntad sin pausa en los lugares públicos, en las salas de espera, en nuestra propia cama, al despertar o antes de irnos a dormir. Es la tentación corrosiva de ahuyentar al vacío existencial auscultando en las redes, atraídos por ese malestar interior tan poderoso que no exige gasto en reflexión, es la evasión perversa del instante que llega con un algo placentero en sí mismo. No es un exceso distópico imaginar que la realidad virtual progresará tanto que representará un poder de absorción de nuestra disponibilidad mental mayor que la ficción actual de los videojuegos y el insulto vacuo al interior de las redes.

¿Qué sucederá cuando las satisfacciones que se ofrezcan en el mundo digital sean tales que compitan con las reales?

¿Debemos contentarnos si el tiempo mental liberado por el progreso tecnológico lo remplazan los placeres de una ficción imaginaria y quimérica?

¿Qué será de los expertos, los creadores del mundo real de la cultura o los educadores que no podrán proveer toda la habilidad intelectual de su potencial, ya que parte de su ensoñación habrá sido embargada por el morbo y los placeres mentales, más que por el esfuerzo de la exploración metódica de lo posible?

¿Cómo dialogar a la hora de que todo el discurso se reduzca al insulto que toma el lugar de la ciencia en tanto que fiel de la balanza al momento de dar por sentada cualquier sentencia?

Como nos han enseñado la sabiduría en la historia de la humanidad, la capacidad de diferimiento equilibrado del placer es la clave del éxito de cualquier emprendimiento o proyecto vital existencial. Es lo que en la ciencia económica se denomina preferencias inter temporales. Es ese estado movedizo del desequilibrio dinámico entre gozar hoy de los excedentes de dinero y diferirlo por la promesa futura de un algo más. Resulta que nuestro cerebro enfrenta el dilema de arbitrar entre los placeres del momento y planes a más largo plazo. Por lo tanto, la supremacía de los bucles adictivos y el robo de nuestra atención constituyen una real amenaza.

Por eso se debe desmentir cualquier discurso que pretenda conferir legitimidad a las expresiones más angustiosas, por muy tentadoras que parezcan a nuestro cerebro. El fatalismo antropológico del populismo no debe confundirse con una suerte de respeto por el pueblo. No es más que un proceso de involución de lo peor de nuestros arrebatos.

La cultura populista en un mercado imperfecto de extracción del tiempo de reflexión

La apropiación del valor de la información, en las redes, sin consentimiento de la fuente y la extracción de renta política por el desajuste entre las creencias y la razón objetiva son claves en la explicación del impacto global de esa cultura y la crisis de la democracia.

El populismo prospera cuando erosiona la confianza fundada en los acuerdos y desmonta la existencia de códigos lingüísticos comunes. Son estas las cualidades que garantizan la deliberación. Estos criterios son necesarios para evaluar las propuestas económicas y políticas. La confianza y los códigos son inherentes a la democracia y permiten la deliberación libre sin distorsiones interesadas de la realidad, con el fin de alcanzar acuerdos y gestionar los desacuerdos.

Las ventajas del simplismo lógico de las creencias se hacen más poderosas a medida que surgen nuevos saberes estructurados. Tener conocimientos superados es perder la capacidad que cada persona tuvo para resolver los complejos e interminables problemas de la realidad. De allí esa resistencia natural hacia el pensamiento libre necesario para interpretar cada desafío que plantea un mundo en constante mutación.

Al confiar en la intuición y en la inmediatez de las decisiones para evaluar los efectos primarios de las iniciativas políticas, sin tener en cuenta los secundarios, cometemos errores irreversibles y de gran alcance. En las condiciones actuales del mercado cognitivo, es fácil predecir cómo podría empeorar este problema endémico. Somos, sin embargo, la única especie capaz de pensar el destino con gran profundidad de evaluación las posibles consecuencias de nuestros actos. Solo tenemos que darnos cuenta de todo el potencial que poseemos.

Así pues, el llamado populismo (Rosanvallon, 2020) [3]  no constituye una ideología ni un modelo de gobernanza. Es una cultura que se ha reforzado en un entorno de cambio tecnológico que ha inclinado la balanza a favor de las creencias y los impulsos por encima del conocimiento objetivo (Rosanvallon, 2021) [4]. El costo de la democracia y la ciencia en un mercado imperfecto de apropiación del tiempo de reflexión ha facilitado esa cultura que desgasta la capacidad de consenso de la gente y la confianza hacia todo proyecto de país. En la semiótica populista, jamás habrá propuesta, ya que ninguna puede alcanzar el nivel de confianza para ser representativa del llamado pueblo, que se encuentra bajo el sometimiento autoritario de su encarnación en un líder.


[1]« Les psychologues ont montré de longue date que, dans de nombreuses situations, nous avons tendance à favoriser les informations nouvelles qui vont dans le sens de nos croyances établies par rapport à celles qui pourraient les contredire (surtout lorsque les croyances en question sont en lien avec nos valeurs) ». Traducción libre: “Los psicólogos han demostrado desde hace mucho tiempo que, en muchas situaciones, tendemos a favorecer la información nueva que respalda nuestras creencias establecidas en comparación con aquella que podría contradecirlas especialmente cuando las creencias en cuestión están relacionadas con nuestros valores”. (Bronner, 2022, P 23.)

[2] “Cuando nuestra mente no hace nada en particular, consumimos energía mental en pensamientos aleatorios y en observar lo que sucede a nuestro alrededor, pero en esto casi no hay tensión. A menos que estemos en una situación que nos vuelva inusualmente cautelosos o conscientes, observar lo que sucede a nuestro alrededor o dentro de nuestras cabezas demanda poco esfuerzo.”
(Kahneman, D., Sibony, O., & Sunstein, C. 2021, p 33).

[3] «… une appréhension de la volonté générale comme étant susceptible de s’exprimer spontanément. La conception populiste de la représentation est quant à elle liée à la mise en avant de la figure d’un « homme-peuple », ayant une capacité sensible d’incarnation, pour remédier à l’état de mal-représentation existant » Traducción libre: ”…una aprehensión de la voluntad general como capaz de expresarse espontáneamente. La concepción populista de la representación está ligada a la puesta en valor de la figura de un “hombre-pueblo”, con capacidad sensible de encarnación, para remediar el estado de tergiversación existente.” (Rosanvallon, 2020, p. 21).

[4] « Les émotions et sentiments moraux, singulièrement l’indignation, affleurent partout, davantage que la défense des intérêts. En certaines circonstances et dans certains espaces, l’indignation pousse à s’exposer à la mort ; dans d’autres, la retenue de la violence s’impose au contraire pour rendre la protestation audible et légitime ». Traducción libre: » Las emociones y los sentimientos morales, particularmente la indignación, afloran por todas partes, más que la defensa de intereses. En determinadas circunstancias y en determinados espacios, la indignación empuja a uno a exponerse a la muerte; en otros, por el contrario, se requiere moderar la violencia para que la protesta sea audible y legítima.» (Rosanvallon, 2021, p. 165).

Referencias bibliográficas

Bronner, G., & Commission «Les Lumières à l’ère Numérique». (2022). Les Lumières à l’ère numérique. Rapport de la Commission. Paris, France, Présidence de la République. ISBN 978-2-37438-285-0

Kahneman, D., Sibony, O., & Sunstein, C. (2021). Noise: A Flaw in Human Judgement. HarperCollins Publishers. ISBN: 978-0-00-830899-5.

Rosanvallon, P. (2020). Le siècle du populisme. Histoire, théorie, critique. Éditions du Seuil/La République des idées. París, Francia. ISBN: 978-2-02-140192-9.

Rosanvallon, P. (2021). Les épreuves de la vie. Éditions du Seuil/La République des idées. París, Francia. ISBN: 978-2-02-148646-9.

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La cultura populista, la adulteración del pensamiento y la liberación del tiempo cerebral.

Adenda

Si se desea experimentar desde la propia existencia de cada uno sobre el tiempo disponible para la reflexión ofrecemos los siguientes enlaces:

El tiempo y la existencia bajo el desorden y la incertidumbre (primera parte)

El tiempo y la existencia bajo el desorden y la incertidumbre (segunda parte)

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