La cultura populista, la adulteración del pensamiento y la liberación del tiempo cerebral

De modo que el llamado populismo no constituye una ideología ni un modelo de gobernanza, es una cultura que se ha reforzado en un entorno de cambio tecnológico que ha inclinado la balanza en favor de las creencias y de los impulsos frente al conocimiento objetivo. El costo de la democracia y la ciencia en un mercado imperfecto de apropiación del tiempo de reflexión ha facilitado esa cultura populista que desgasta la capacidad de consenso entre la gente y la confianza entre todos y hacia toda propuesta.