Invasiones, guerras y sanciones

La insensatez no tiene límites, qué será lo que, desde lo más profundo de la gente, les hace clamar por invasiones, guerras y sanciones. La barbarie siempre tendrá justificaciones en el morbo que auspicia el sufrimiento, los complots, las ideologías y todo tipo de imaginario, cuyas consecuencias de mayor crueldad pesan sobre el cuerpo y la dignidad de los más vulnerables. Por qué sin ser los garantes de gobernanza alguna, el cobro del impago desconocido tiene que recaer, sin distingo de ninguna clase o motivo, sobre las masas de sirios, cubanos, afganos, venezolanos, ucranianos, africanos, …, que se lanzan a otros lugares donde sus penalidades llegan al límite, sin ninguna garantía, como ciudadanos de segunda categoría

Por una auténtica democracia deliberativa, frente al desorden de la vida política del país

Al populismo autoritario no se le puede superar oponiéndole más populismo sino con más y mejor deliberación democrática fundada en la esperanza objetiva de una narrativa alternativa de país. Es la movilización social para alcanzar un lugar sin indiferencia social y sin imposiciones a la singularidad de cada uno en su sana aspiración realizadora.

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