Quizás en lugar de un espejismo estemos en presencia de un milagro agrícola, en todo el mundo la agricultura recibe ayuda y protección, en Venezuela con problemas de seguridad, escasez de insumos, con asfixia regulatoria y sin financiamiento, quienes trabajan en el campo, como se dice coloquialmente a pulmón propio, están siendo la esperanza objetiva del país.
Sin embargo, lo mediático privilegia en nuestro lar la insensibilidad social hacia la verdad, de modo que muchos le dan la espalda a la realidad, la tergiversan y prefieren tan solo referirse al lujo y la pompa que una minoría exhibe en algunos lugares de las urbes del país.