Resumen
Este ensayo consiste en la aplicación de la economía en la interpretación de la creciente influencia del resentimiento en el discurso político de la sociedad venezolana. Se explora cómo se manifiesta en las canales virtuales y su impacto en la convivencia social, y también, su potencial para alimentar el autoritarismo. Se examina la transformación del resentimiento en un fenómeno global en los espacios cibernéticos y su efecto en la capacidad de reflexión y acción de las personas. Además, se aborda la relación entre el resentimiento y las protestas urbanas, en especial, en la clase media, y se destaca su conexión con la desigualdad de ingresos en Venezuela. El texto es también una reflexión sobre la necesidad de encontrar soluciones basadas en la virtud y la alteridad frente a la amenaza del populismo. En última instancia, se debate el papel crucial de una esperanza objetiva fundada en la acción como pilar esencial para progresar hacia una democracia más robusta.
Palabras clave: Autoritarismo, clase media, desigualdad de ingresos, discurso político, populismo, redes sociales, resentimiento.
La economía del resentimiento
El entendimiento de ese algo que se mastica y se vuelve a masticar (Fleury, 2020)[1], con la acritud característica del reflujo fatigado que se deglute y se deglute sin saciedad alguna, es el resentimiento. Se trata de una “reacción” emocional, que en un principio podría no estar dirigida a alguien en particular. Pero, pasado el momento, crecerá su indeterminación sin dirección, distrayendo la atención de la gente de los verdaderos problemas que le acucian. La compulsión desatada desde las emociones hace prevalecer, en el mercado de la atención, al instinto, a lo inmediato, en contra de la reflexión y de la búsqueda consensuada del sentido de propósito. Es el terreno fértil para el autoritarismo en su ruta hacia el totalitarismo.
En los espacios cibernéticos, la manifestación del resentimiento se está volviendo cada vez menos personal y más global. Esa amargura puede surgir y afectar a varios individuos que, en principio, no sienten preocupación por la reacción emocional de los demás. Sin embargo, ahora se encuentran atrapados por la expansión de este fenómeno. Cuanto más profundo es el resentimiento, más afecta a la persona en su núcleo, en su corazón, disminuyendo su capacidad para reflexionar y actuar (Fleury, 2020)[2]. Como resultado, la claridad de su expresión se debilita. La recurrencia constante de resentimiento obstaculiza el proceso de sanación, ya que provoca una reacción impulsiva que se escapa de nuestro control. Esto puede causar dolor, agotamiento y desánimo.
El resentimiento nos conduce por el camino, sin duda quimérico y muy amargo, de la reparación ilusoria, mediante el delirio de alguna cosa, sujeto o razón asumida como fuente del sufrimiento, lo cual lleva consigo la negación de su superación. Es obvio que hay reparaciones difíciles que requieren invención, creación y sublimación. El desafío de reconocer al otro y a uno mismo como una sola cosa es común a nivel individual y social. Cuando esto no sucede, se consolida el mecanismo colectivo de autoflagelación. Como resultado, los hombres y las sociedades dividen su destino de acuerdo con el resentimiento, lo que hace casi imposible la desalienación psíquica y social.
¿Se le moverá el piso de la economía al servicio de las creencias y de los dogmas? ¿Vendrán los tiempos de la humildad y del reconocimiento del otro en su singularidad? Virtud y alteridad son las condiciones necesarias, de un esfuerzo inmenso, para hacer algo culta, la profunda ignorancia que nos abruma entre la “infoxicación” de ahora y el conocimiento inútil que anticipó Revel en 1988[3].
La brecha de la indignación en la clase media
Los canales virtuales y las protestas urbanas han sido espacios de la radicalización política en numerosas naciones, en independencia de si son desarrolladas o no, y democráticas o no. Esto también es cierto para los cinco países de la subregión andina: Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. Creemos que estas muestras de protesta y fervor están más relacionadas con las expectativas de los distintos grupos sociales que con las condiciones económicas que pueden ser extremas. Es una demanda de singularidad de cada individuo frente al orden social (Rosanvallon, 2021)[4].
Fuente: estimaciones efectuadas a partir de minería de datos en la red internet e información de la base de datos colaborativa “Numbeo”.
La comparación de la proporción de los ingresos familiares destinados a alimentación, transporte, servicios básicos, deportes y ocio, muestra que la clase media tiene expectativas de gasto más altas que la clase popular. Se trata de una condición que se presenta en los cinco países de la subregión andina, pero la diferencia en el caso de Venezuela es más elevada. Esta situación podría explicar las causas de las protestas urbanas y la radicalización política que se observa en los canales virtuales, que representan en esencia las percepciones de los sectores medios de la sociedad.
En Venezuela, la estimación de la cantidad de ingresos necesarios para adquirir una vivienda o un automóvil se ha realizado a partir del costo laboral promedio en el sector privado industrial del Estado Carabobo.
La comparación de la proporción de los ingresos familiares que se gasta en alimentación, transporte, servicios básicos, deportes y ocio, revela que las expectativas de los que pertenecen a la clase media requieren un gasto mayor que las de los de la clase popular. Se trata de una condición que se presenta en los cinco países de la subregión andina, pero la diferencia en el caso de Venezuela es más elevada. Esta situación podría explicar las causas de las protestas urbanas y la radicalización política que se observa en las plataformas digitales, que representan en esencia las percepciones de los sectores medios de la sociedad. Es una demanda de singularidad de cada individuo frente al orden social.
En nuestro país la brecha entre el valor de un vehículo y una vivienda es la más próxima que la mostrada por los países de la subregión. Esto nos da una idea de la extrema desigualdad de ingresos en Venezuela. En términos de preferencias, el valor de un automóvil nuevo es de 32.765 $ USD y de una vivienda de 80 metros es de 47.800 $ USD. Ambos bienes solo están al alcance de una minoría en el país, en ese grupo social esta condición revela un estatus que precia más el carro que la casa.
Fuente: estimaciones efectuadas a partir de minería de datos en la red internet e información de la base de datos colaborativa “Numbeo”.
Fuente: estimaciones efectuadas a partir de minería de datos en la red internet e información de la base de datos colaborativa “Numbeo”.
El costo de los alimentos, la educación de nivel internacional, el ocio y el transporte en Venezuela es superior al de otros países de la subregión. Por el contrario, la educación estándar, la ropa, la vivienda y la gasolina son más baratos.
Desde el III trimestre de 2023, hay un cambio importante, los servicios han superado la media de los países de la subregión. Es una explicación del porqué se refuerza el peso recesivo de la crisis. Cada hogar ahora debe aumentar el presupuesto de gastos en servicios y mantenimiento de vivienda y vehículos y reducir los de manutención y salud. Estas disparidades revelan la mayor condición de desigualdad de ingresos en frente a la media de las naciones de la subregión.
El país ha crecido desde una caída brutal de la producción de bienes y servicios. Pero, ese repunte se está dando en una condición limitada de posibilidades, porque las preferencias de quienes gozan de ese estatus tienen un alto componente importado con poco impacto sobre la demanda de bienes producidos en el país.
Ante el abatimiento, muchas personas se inclinan por la opción más sencilla de actuar de modo impulsivo en lugar de adoptar un enfoque más reflexivo. Es una conveniencia que, sumada a la sofocación extrema, constituye la fuente de la quiebra moral del país frente al autoritarismo, dentro y fuera del gobierno. Es el terreno fértil donde los mercaderes del sufrimiento se aprovechan del desaliento para extraer rentas con base en el autoritarismo.
Desde un punto de vista económico, somos razonables, y poco racionales con dificultad, ya que, de modo significativo, las emociones pueden influir en nuestras decisiones. Es la disyuntiva entre la esperanza y los impulsos de la postración alimentados por la carencia de información completa, el simplismo lógico, el imaginario común y la manipulación mediática de la realidad. El populismo ha sido el gran beneficiario de esas anomalías del saber económico, de la debilidad institucional, de la antipolítica y del desorden. Es la crisis de la democracia liberal por la disonancia entre los intereses de las élites en el poder y la gente.
La esperanza objetiva
En la dinámica de ajuste de los procesos económicos hay mecanismos que permiten su estabilidad. Los marcadores de la macroeconomía más relevantes son la inflación, el tipo de cambio, la tasa de interés, el crecimiento y el empleo. Un marco regulatorio requiere una gobernanza responsable de la gestión del gasto público y de la emisión de dinero por parte del Banco Central. El control fiscal y monetario deben promover fluctuaciones suaves de esas variables y su retorno continuo hacia la estabilidad, ese es el mecanismo de respuesta endógeno de autocorrección del sistema.
A nivel institucional, se necesita un marco regulador que impida a los funcionarios y a los particulares aprovecharse de la normativa en beneficio propio. También debe tener en cuenta el entorno, con sus influencias económicas, sociales y políticas, que pueden dar origen a eventos imprevisibles. Las normas deben garantizar que el poder discrecional no se utilice en favor de intereses particulares, sin dejar de respetar los fines de la normativa.
Apreciaremos mejor nuestro lugar en la historia, y lograremos un espacio para avanzar hacia el futuro, con la creación de nuevas categorías y la revisión de las existentes. De este modo, nuestras reflexiones podrán servir de base para comprender los fenómenos sociales cuya explicación escapa a los conocimientos del pasado. La búsqueda de un mejor futuro exige explorar el presente con herramientas y vocablos diferentes a los que sirvieron en otros momentos de explicación y de guía de acción.
Los contenidos de las palabras tienen vida, pero es pernicioso llenar de excesos al lenguaje cuando no se posee la fuerza de la demarcación para la exploración de la verdad ni la evidencia concluyente que permita la refutación de lo que se afirma. Los contenidos de las palabras tienen vida, pero es también pernicioso llenar de excesos al lenguaje cuando no se posee la fuerza de la demarcación para la exploración de la verdad y menos evidencia concluyente que permita la refutación de lo que se afirma.
Hay que lograr acuerdos sobre intereses generales, no obstante, es más difícil cuando se trata de las demandas de cada uno desde sus emociones. Hay que encontrar vías para resolver el problema del individualismo volcado al interior de la persona sin considerarse a sí misma como parte de la vida social e indiferente hacia los demás. En ese entorno se hace difícil el consenso, pues las pasiones difieren de uno a otro y dependen de la experiencia vital de cada uno, se puede coincidir en el sufrimiento y rechazo al statu quo, más no en una propuesta de acuerdo que satisfaga a todos.
Es ineludible la reapropiación de la economía y de la política ante la asimilación mercantil de sus ámbitos de acción por parte de los populistas. Estos si han comprendido el papel de los sentimientos en la política formulando programas de gobernanza que unen a todos en el rechazo, pero jamás en la dirección de una vida cívica respetuosa del uno hacia el otro. El desvío de los contenidos del saber económico y político es un propulsor de la ansiedad global que debe ser resuelto.
“La esperanza” posee una connotación espiritual como un estado de convencimiento en el cual lo que deseamos nos parece accesible. En este sentido, la esperanza presume un sentimiento positivo hacia aquello que es agradable y se corresponde con nuestros sueños. De este modo, la esperanza sirve de cimiento moral como contrapeso del desaliento para no perder el sosiego ni desviar el foco de aquello que se anhela aprehender. De allí que sea el sustento venturoso de nuestras aspiraciones
Referimos la “objetividad” de la esperanza para distinguirla de su acepción ligera de aquello que consiste en dejarlo todo a la expectación celeste o a la presencia de una fuerza externa. Como si fuese posible alcanzar nuestros fines sin esfuerzo ni intervención propia.
La esperanza objetiva deriva de la calma activa, paciente y perseverante fundada en la acción. Las iniciativas en tiempo real deben estar sujetas a una visión positiva, retadora y posible. Hay esperanza cuando el hombre pasa de la pasividad del suceso y del acontecimiento al ser y el existir a las iniciativas con sentido de propósito.
Notas
- « Le terme clé pour comprendre la dynamique du ressentiment est la rumination, quelque chose qui se mâche et se remâche, avec d’ailleurs cette amertume caractéristique d’un aliment fatigué par la mastication. La rumination est elle-même celle d’une autre rumination, au sens où il s’agit d’emblée de revivre une « ré-action » émotionnelle, qui au départ pouvait être adressée à quelqu’un en particulier. »Traducción libre: “El término clave para entender la dinámica del resentimiento es rumia, algo que mastica y mastica de nuevo, con ese amargor característico de un alimento cansado de masticar. La rumia es en sí misma la de otra rumia, en el sentido de que se trata inmediatamente de revivir una “reacción” emocional, que al principio podría dirigirse a alguien en particular.” ↑
- Según Cynthia Fleury (2020): «La personne atteinte de ce trouble ne reconnaît jamais ses torts, provoque avec agressivité les autres, a des accès de colère non maîtrisés, est d’une mauvaise foi pathologique, avec une susceptibilité exacerbée, désavoue toute forme d’autorité, désobéit sans nécessairement avoir accès au sens de cette désobéissance, bref se trouve enfermée dans un comportement négatif récurrent, ne proposant jamais de solution, ni de remise en cause de son comportement. Son ressentiment est permanent et la positionne en tant que victime-bourreau. »Traducción libre: “La persona que sufre de este trastorno nunca reconoce sus errores, provoca agresivamente a otros, tiene arrebatos incontrolados de ira, es de mala fe patológica, con una susceptibilidad exacerbada, rechaza cualquier forma de autoridad, desobedece sin tener necesariamente acceso al significado de esta desobediencia, en resumen, está encerrado en un comportamiento negativo recurrente, nunca propone una solución, ni cuestionar su comportamiento. Su resentimiento es permanente y la posiciona como víctima-verdugo”. ↑
- Un grupo humano se transforma en multitud cuando se vuelve súbitamente sensible a la sugestión y no al razonamiento, a la imagen y no a la idea, a la afirmación y no a la prueba, a la repetición y no a la argumentación, al prestigio y no a la competencia. P264 ↑
- « Tout en ayant un impact individuel, elles renvoient à des hiérarchies ou à des formes de domination qui ont une dimension collective. On peut notamment distinguer là les trois épreuves du mépris, de l’injustice et de la discrimination. Il s’agit dans ces trois cas de pathologies de l’égalité, au sens où ces mises à l’épreuve soulignent les obstacles qui sont mis à la constitution d’une société de semblables. Il s’agit là aussi de situations ressenties comme intolérables dans un monde où l’attention aux singularités et à la valeur intrinsèque de chaque individu s’est imposée comme une exigence démocratique élémentaire. »Traducción libre: “Aunque tienen un impacto individual, se refieren a jerarquías o formas de dominación que tienen una dimensión colectiva. En particular, podemos distinguir las tres pruebas de desprecio, injusticia y discriminación. En estos tres casos se trata de patologías de la igualdad, en el sentido de que estas pruebas subrayan los obstáculos que se ponen a la constitución de una sociedad de semejantes. También se trata de situaciones que se sienten intolerables en un mundo donde la atención a las singularidades y al valor intrínseco de cada individuo se ha impuesto como una exigencia democrática elemental.”
Referencias bibliográficas
Fleury, C. (2020). Ci-gît l’amer : guérir du ressentiment essai. 1 vols. Paris: Gallimard. ISBN-10: 2072858550.
Revel, J.-F. (1988). La connaissance inutile. Paris: Bernard Grasset. ISBN: 9782246385813.
Rosanvallon, P. (2021). Les Epreuves de la vie. Comprendre autrement les Français. Paris: Seuil. ISBN: 20214864352021.