La pobreza como mercancía política
Una estrategia común para erosionar la convivencia en la democracia es fomentar la desconfianza en las personas y en las instituciones democráticas mediante el resentimiento y el odio social. No obstante, ese propósito también se propaga a través de provocaciones que surgen en los medios de comunicación y en las redes internet. En estos espacios, el discurso político a menudo se inclina hacia ataques personales en lugar de discutir las ideas que se representan.
Un buen ejemplo de esas prácticas las encontramos en el reciente proceso electoral en Perú, donde parte de la campaña se centró en supuestas limitaciones cognitivas del Señor Pedro Castillo. En nuestra opinión, este enfoque fue un error, ya que alineó a los pobres de ese país con lo que se les parecía y les recordó el descuido milenario de las élites hacia su sufrimiento y exclusión.
Es importante entender que la pobreza es un tema crucial para abordar en la actual crisis que afecta a la democracia en Latinoamérica. Este acontecimiento no debe ser visto como una amenaza ideológica externa, un plan urdido por capitalistas, marxistas o fascistas, ni el producto de bandas criminales con alcance global.
Los foros de la antidemocracia y la antipolítica, tanto en la derecha como en la izquierda, son consecuencias de una profunda desigualdad no atendida. Esto ocurre cuando las necesidades y demandas de la población no son abordadas de modo adecuado por el sistema democrático. La democracia no ha logrado proporcionar a las personas las capacidades necesarias para alcanzar su pleno potencial como individuos, lo que da origen a una falta de igualdad de oportunidades.
Nos enfrentamos a una crisis existencial de la democracia, donde hay una separación evidente entre las aspiraciones de los excluidos y las propuestas convencionales. Hasta ahora, no se ha presentado una alternativa que sea distinta o superior a la corriente populista-iliberal. Esta narrativa ha dejado su huella cultural en diversas perspectivas de la política, llegando incluso a influir en organizaciones a nivel global.
Una característica sobresaliente de este nuevo enfoque es su tendencia a socavar la moral del adversario, al mismo tiempo que siembra la desconfianza en las instituciones. Esto se logra mediante argumentos simplistas que, a primera vista, pueden sonar sólidos, pero en realidad carecen de evidencia concluyente. Esta estrategia busca minar la credibilidad del oponente y socavar la confianza en las instituciones, a menudo sin una base sólida que respalde sus afirmaciones.
En países vulnerables, no hay promesa más seductora que ofrecer dádivas a quienes viven en la penuria. Sin embargo, es esencial preguntarse si esas asignaciones resuelven los problemas de las personas. La respuesta es negativa, pero aún conserva la esperanza, incluso si la consideran poco realista.
Esto se evidencia en las palabras de la exministra Jacqueline Faría: “Así que vamos a disfrutar de esta cola sabrosa para el vivir viviendo”, y en las del exministro de educación, Héctor Rodríguez: “No se trata de sacar a la gente de la pobreza para llevarla a la clase media y que pretendan ser escuálidos.”
Es doloroso reconocer que los pobres son a menudo vistos como mercancía y se les considera ignorantes e incapaces de pensar. No obstante, un auténtico defensor de la lucha contra la pobreza debe estar preparado para mejorar la comunicación con los excluidos, es su tarea fortalecer su autoestima y empoderarlos en la defensa de sus derechos.
La auténtica expansión de la libertad significa aumentar la autoridad y el poder del individuo sobre los recursos y las decisiones que afectan su vida. Esto no debería lograrse a través de la enajenación de la humanidad a cambio de promesas demagógicas o mediante la burla de su condición utilizando un lenguaje vulgar o estereotipado.
Es crucial desarrollar una estrategia efectiva para abordar la pobreza sin recurrir al populismo o la demagogia. En lugar de eso, debemos encontrar un relato atractivo que inspire a los excluidos a luchar por su dignidad a través del empoderamiento.
En Venezuela, es poco usual que los pobres y sus comunidades encuentren la motivación necesaria para movilizarse y luchar por un cambio positivo en su situación existencial; a menudo, desconfían de sus propias capacidades en pro de resolver sus problemas.
Nuestro desafío es encontrar un relato que vaya más allá del lenguaje vulgar del demagogo y que permita a los excluidos reconocer su potencial para valerse por sí mismos y recuperar su dignidad, sin caer en la mendicidad que cambia votos por regalos y limosnas.
Debemos trabajar de forma que los excluidos descubran las fuentes de sus problemas y se convenzan de que el empoderamiento es la clave para mejorar su condición. Esto requiere un enfoque en la acción basada en sus propias capacidades y la promoción del bien común en sus grupos sociales.
La crisis actual de la democracia no es una amenaza externa, sino el reflejo de una profunda desigualdad y falta de atención a las necesidades de la gente. Debemos encontrar una manera de comunicarnos con los excluidos y ayudarlos a empoderarse para que puedan ser agentes de cambio en sus propias vidas.
La verdadera felicidad va más allá de las emociones placenteras y se basa en el conocimiento de sí mismo y la aceptación de la realidad. En lugar de caer en la cultura de la burla y el morbo, debemos cultivar la compostura y la sensatez, lo que requiere fortaleza interior, moral y espiritual.
En última instancia, el conocimiento y la humanidad se originaron en la creatividad, la música y la poesía. Debemos reconocer que lo mejor está por venir si podemos inspirar a los excluidos a descubrir su potencial y trabajar juntos en la construcción un mundo mejor.
Lecturas recomendadas
Hirschman, A. O. (1977). Salida, voz y lealtad: Respuestas al declive en empresas, organizaciones y estados. Fondo de Cultura Económica. ISBN: 9681600207
Sunstein, C. R. (2017). #Republic: Divided democracy in the age of social media. Princeton University Press. ISBN: 978-0691175515
Sen, A. (2000). Desarrollo como libertad. Editorial Planeta S. A. ISBN: 950-49-0473-4
Piketty, T. (2014). El capital en el siglo XXI. Fondo de Cultura Económica. ISBN 978-607-16-2416-1
Nussbaum, M. C. (2012). Mujeres y desarrollo humano: Enfoque de las capacidades. Pensamiento Herder. ISBN: 978-84-254-3172-2
Presentación en formato “sway”
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