La democracia y las libertades constituyen los mecanismos auto reguladores, de la sociedad y de la economía, que en sucesivos ensayos corrigen sus errores y se fortalecen con sus aciertos. Es un proceso civilizatorio deliberativo que ante las dificultades permite sanar los elementos perturbados y fortalecer los restantes, creando valor social desde las adversidades. No es posible controlar ningún ecosistema natural o social desde sus resultados sino desde la mejora de sus procesos.