La domesticación del azar y las creencias racionales en la explicación del desorden económico
Las decisiones que tomamos y las cosas que hacemos están influidas por el entorno y, a su vez, pueden tener efectos significativos en nosotros mismos y en el mundo que nos rodea. En ocasiones en nuestro interior se recrea la ansiedad y la desesperación. Sin embargo, el exterior es aún más complejo, por el desacuerdo mundial sobre temas como la connivencia política, la crisis de la biodiversidad medioambiental y las cuestiones tecno económicas. Esto implica la necesidad de cooperación de múltiples partes interesadas de una amplia gama de disciplinas y procedencias. Para complicar aún más las cosas, también requiere un delicado equilibrio entre los intereses de las distintas naciones y regiones, que puede ser difícil de alcanzar. En esta misión, debemos adoptar un enfoque holístico que tenga en cuenta todos estos factores y más. Solo entonces podremos crear un marco de análisis de los problemas en cuestión y encontrar soluciones que sean aceptables para todas las partes implicadas.
La idea del fin de la Historia y el advenimiento de una forma superior de democracia, propuesta por Francis Fukuyama en su obra “El fin de la Historia”, ha sido cuestionada. Lo mismo puede decirse de la suposición de Yuval Harari en su libro “De animales a dioses” de que los humanos podrían ascender a un estado semejante al de los dioses. Tales visiones de un mundo perfecto en el que todas las personas son iguales y reina la justicia suprema han sido puestas en tela de juicio por muchos estudiosos, que creen que tales escenarios idealistas no son sostenibles en el mundo real. Además, la sugerencia de que los humanos puedan convertirse en dioses se considera inverosímil de difícil validación, ya que requeriría un nivel de conocimiento y poder que está más allá de las capacidades humanas actuales. En consecuencia, parece que la noción del fin de la historia y la aparición de una forma más avanzada de democracia, así como la idea de que los humanos asciendan a un estado semejante al de los dioses, es un sueño que quizás nunca se haga realidad.
Los sueños de disponer de tiempo libre para la reflexión y la creación han sido persistentes a lo largo de la historia, y con la ayuda de los recientes avances científicos y tecnológicos, esos sueños son más alcanzables que nunca. La gente dispone ahora de cinco horas libres al día para pensar y reflexionar, que es más que los noventa minutos de que poseía antes, pero este tiempo extra no conduce a una vida sin estrés ni garantiza su uso con sabiduría. Al contrario, ha demostrado cuánta influencia han adquirido los medios de comunicación en nuestras vidas. Este poder está provocando una disminución del tiempo libre dedicado al pensamiento creativo, ya que es probable que los individuos elijan en su lugar actividades pasivas como navegar por Internet o divagar en las redes sociales con su ocio. Este hábito es preocupante porque las actividades creativas son esenciales para el bienestar personal y el de la sociedad en la que viven. En consecuencia, es crucial reconocer este poder de las redes sociales y moderarlas de manera eficaz para que la gente pueda aprovechar sus momentos libres de forma productiva.
El azar -tanto ontológico como epistemológico- puede crear desarmonía entre la razón y las emociones debido al desconocimiento y a la resistencia cultural a nuevas formas de vida. Podemos crear armonía entre el caos y el “orden espontáneo” (Hayek) educando a la gente, sobre los distintos estilos de vida y considerando enfoques alternativos. Lo cual podría ayudarnos a gestionar los “espíritus animales” (Keynes) que se entrelazan con la incertidumbre.
La búsqueda de respuestas sobre el carácter esencial de los fenómenos y sucesos, así como la predicción del comportamiento humano en relación con los acontecimientos económicos, sirven de base a las creencias racionales. Para determinar la razonabilidad de una creencia, es esencial examinar no sólo las pruebas que la apoyan, sino también evaluar su comprensión subyacente. Esto puede lograrse mediante un examen minucioso de los datos pertinentes y de la investigación sobre el tema en cuestión, además de un análisis exhaustivo de las teorías y procesos postulados. Por otra parte, es importante verificar la exactitud y refutabilidad de las creencias antes de dar por válida su racionalidad. Al considerar todos estos elementos con la debida diligencia, se puede evaluar adecuadamente si una creencia es razonable.
Al establecer un conjunto de normas que no se pueden manipular ni ajustar para adaptarlas a las propias creencias personales, podemos crear una especie de objetividad que no esté distorsionada por nuestros propios juicios subjetivos. Este intento de establecer criterios que puedan probarse objetivamente como verdaderos nos permite obtener información lógica a partir de opiniones subjetivas; de este modo podemos formar conclusiones racionales y lógicas. Este concepto de establecer criterios basados en evidencias y pruebas, y no en opiniones, es esencial para el desarrollo del pensamiento racional. Al formar conclusiones lógicas y razonadas basadas en datos imparciales, podemos tomar decisiones informadas y participar en un discurso significativo. Por eso es tan importante tener un consenso sobre normas que no puedan manipularse fácilmente, ya que ayuda a garantizar que todas las conclusiones se basan en hechos y no en opiniones.
La complejidad de las distintas ciencias es innegable, pero el campo de la Ciencia Económica es especialmente complicado debido a la naturaleza impredecible de la acción humana. En el mundo natural, los acontecimientos y procesos que se producen pueden observarse y analizarse con relativa facilidad; sin embargo, en el ámbito de la economía, el comportamiento de las personas está influido en gran medida por factores externos y, por tanto, es extremadamente difícil de predecir. Esto dificulta la evaluación precisa de las consecuencias de determinadas decisiones económicas, y a menudo da lugar a resultados caóticos e impredecibles. En consecuencia, el campo de la Ciencia Económica es un área de estudio amplia y en constante evolución, que requiere una comprensión profunda de las complejidades del comportamiento humano para analizar y predecir eficazmente las tendencias futuras.
El objetivo de utilizar una metodología de inspiración cuántica para modelizar las propiedades económicas no es sugerir que la economía sea literalmente de naturaleza cuántica, o que pueda reducirse a la mecánica cuántica, sino utilizar las potentes herramientas de la física cuántica para comprender y modelizar mejor los complejos fenómenos de la economía. Al fin y al cabo, los principios de la mecánica cuántica se han utilizado con gran éxito en muchas otras áreas de estudio, desde la química a la biología, para comprender mejor el comportamiento de las partículas microscópicas. Del mismo modo, este enfoque puede ayudarnos a comprender mejor los fenómenos económicos macroscópicos que conforman nuestras vidas. Aplicando los principios de la mecánica cuántica a la economía, podemos comprender cómo el comportamiento de los agentes económicos se ve afectado por la microestructura subyacente del mercado, y cómo el entrelazamiento de estos comportamientos individuales puede conducir a resultados macroscópicos.
La microeconomía y la macroeconomía se encuentran entrelazadas, no son fuerzas opuestas en un sentido causal. Esto como reflejo del concepto de complementariedad de Niels Bohr en mecánica cuántica, que afirma que un objeto puede percibirse desde perspectivas distintas según la herramienta de medición empleada. Combinando ambos enfoques, se puede conseguir una visión más precisa de la realidad. Para entender a fondo el mundo que nos rodea, es vital tener en cuenta los elementos sociales, económicos y de comportamiento individual. En consecuencia, la comprensión completa requiere un intento unificado y conjunto que combine la economía, la neurociencia, la psicología y la física.
Las perturbaciones económicas inciertas se explican mejor desde los procesos que anteceden la creación o destrucción de valor que de los resultados. Al adoptar este enfoque, podemos gestionar mejor los riesgos potenciales del sistema económico. De esta forma, utilizando principios reguladores para guiar los procesos de producción de valor, es posible limitar los daños potenciales que podrían causarse.
La idea de soberanía y libre albedrío en todas sus facetas se ha vuelto cada vez más insostenible en el mundo moderno. A modo de ejemplo, esto es en especial cierto cuando se trata de la emisión irresponsable de dinero y la asfixia reguladora. Ni Estados Unidos, con su moneda casi universal, ni China, Japón o cualquier otra gran potencia de Europa, pueden emitir dinero o establecer una hegemonía política de forma absoluta y soberana. Por eso es importante considerar los hechos y los argumentos de las partes con poder e influencia en los debates, para tomar una decisión informada sobre el futuro de la economía y de cada país en su conjunto.
La prospectiva de una economía para la resolución de problemas
La economía como campo de estudio está evolucionando con rapidez y ampliando su alcance más allá de la noción tradicional de mera satisfacción de las necesidades básicas. Ahora trata de comprender la sociedad desde su intrincada red interconectada, no determinista. En otras palabras, la economía está estudiando ahora cómo las personas pueden aprovechar al máximo su potencial y sentirse realizadas en sus vidas. Tiene en cuenta los aspectos psicológicos, sociales y emocionales de cómo interactúan las personas entre sí y con su entorno. Este tipo de análisis está proporcionando una valiosa visión de la dinámica de una sociedad, y de cómo los individuos pueden encontrar sentido y propósito a sus vidas.
Un nuevo modo de vivir puede reducir la separación entre quienes crean y reciben valor, ya sea forma de energía, dinero o datos, mediante interacciones directas, físicas o virtuales. Se trata de un sistema interdependiente, en el que lo que suceda a continuación no puede predecirse con exactitud hasta que ocurra. Este tipo de enlace elimina la necesidad de intermediarios, permitiendo que las dos partes implicadas se comuniquen, reduciendo gastos y aumentando la confianza. Además, acrecienta la fluidez de la comunicación y la velocidad de las transacciones, permitiendo un tráfico de recursos más eficaz y productivo. El resultado es que, tanto el productor como el consumidor tienen acceso a una mayor variedad de opciones, lo que permite un intercambio más personalizado y a la medida.
La idea de interconexión no está sujeta a ningún límite determinado, y que la energía, el conocimiento y la información se mueven entre todas las partes; desde el mundo natural hasta los seres humanos y sus creaciones. Esta interconexión es un reflejo de la infinitud singular del universo, un concepto que reúne las ciencias duras, las blandas y la metafísica para formar una comprensión unificada de la condición humana. Se trata de un flujo casi fractal, en el que las conexiones y relaciones de los variados componentes se hacen evidentes, y en el que los límites entre las distintas formas de comprensión se cruzan y difuminan. Así, la interconexión de todas las cosas crea una verdadera economía de flujo difuso, un concepto de infinitud singular que tiene implicaciones para todos los aspectos de la experiencia humana
La nueva economía es una red de conexiones, dinámica de partes que se entrelazan en lugar de depender de estructuras jerárquicas y centralizadas. Este cambio se debe a la creciente prevalencia de lo algorítmico, lo tecnológico y lo no determinístico. La economía está cada vez más vinculada con la conciencia, a medida que se hace más evidente en el comportamiento de consumo y en nuestra capacidad para desarrollar formas intangibles de prosperar, innovar e intercambiar valor. Hemos pasado del enfoque tradicional de causa y efecto de estructuras económicas fijas al de un sistema de agentes en interacción dinámica. Con esta nueva visión llega una mejor comprensión de las propias capacidades y del poder de la acción colectiva. Tenemos la facultad de crear una nueva economía próspera, sostenible y equitativa, que funcione para todo.
La confluencia de los mundos VUCA y BANI
El mundo se encuentra en una encrucijada por los conflictos globales actuales, el cambio climático y los avances tecnológicos. Para abordar estas cuestiones, debemos ir más allá de los métodos tradicionales de resolución de problemas y profundizar en las intrincadas vinculaciones entre ellas. Necesitamos tener una visión extensa de este cambio cultural para poder generar soluciones viables y duraderas que beneficien a nuestro futuro.
VUCA es un poderoso concepto que se ha utilizado para describir el mundo cambiante e incierto en el que vivimos. Se creó durante la posguerra fría como un acrónimo formado por los términos Volatilidad (V), Incertidumbre (U), Complejidad (C) y Ambigüedad (A). La idea que subyace a VUCA es que el mundo se encuentra en permanente transformación y cambia de forma inesperada, lo que dificulta predecir o planificar el futuro. La Marina estadounidense creó este modelo para ilustrar las alteraciones de la sociedad y cómo deben actuar ante posibles conflictos.
Desde entonces, el concepto de VUCA se ha adoptado en muchas industrias y campos diferentes. Se ha utilizado para describir el impacto de los cambios tecnológicos y culturales en la vida cotidiana, tanto de las personas como de las empresas. VUCA también se ha empleado para explicar la nueva dinámica global, el auge de la economía y la necesidad de que las organizaciones sean ágiles y respondan a las rápidas alteraciones. Al comprender las implicaciones de la VUCA, las empresas son más capaces de anticiparse y adaptarse a los cambios de su sector y del mundo en general.
La pandemia de 2019, el bloqueo del Canal de Suez en 2021 y la crisis ucraniana en 2022 han creado una situación que va más allá de la comprensión convencional de VUCA (Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad). El enfoque BANI fue formulado por Jamais Cascio como herramienta para abordar las complejidades de un entorno que cambia con rapidez. El modelo se compone de cuatro elementos: fragilidad, ansiedad, no linealidad y confusión. El método invita a la acción, a reconocer la apuesta a la que nos contraponemos y a trabajar juntos para generar soluciones a los retos a los que nos enfrentamos. En un mundo BANI, la colaboración y la resolución creativa de dificultades son esenciales. Es impostergable pensar con originalidad e idear soluciones innovadoras a los problemas a los que nos enfrentamos. También debemos estar dispuestos a asumir riesgos y tomar decisiones que no siempre sean populares, pero que nos ayudarán a crear un futuro mejor.
La resiliencia y la ansiedad son reacciones emocionales a los momentos difíciles, pero no es posible medirlas a nivel social como un todo. Las acciones de los individuos reflejan la salud y la estabilidad de una sociedad, ayudando a informar sobre la mejor forma de garantizar la seguridad ante las dificultades. Así pues, a través de las experiencias individuales, una sociedad puede aprender, progresar y desarrollarse. El punto de vista “BANI” es un avance importante en el concepto de “micro prospectiva”. No es un opuesto directo del enfoque “VUCA”, es su complemento, pues ofrece una perspectiva adicional desde la persona en su singularidad. El modelo «BANI” hace hincapié en las acciones y percepciones del individuo dentro de su organización, ya sea privada o pública, y a nivel micro o macro. Esto contrasta con el enfoque “VUCA”, que se centra en los factores de estrés externos..
El “BANI” es una herramienta valiosa para las organizaciones. Trata de explorar e interpretar los factores estresantes desde dentro, en lugar de solo basarse en observaciones externas. Esto significa que las acciones y percepciones del individuo se tienen en cuenta a la hora de tomar decisiones y determinar los resultados. Se trata de una distinción crucial respecto al enfoque “VUCA”, y puede ser una baza poderosa para las organizaciones que comprenden la importancia de las contribuciones individuales. Es un modelo en desarrollo que se ha creado con la intención de hacer que las ideas complejas sean más accesibles y comprensibles para un público más amplio. Al realizarlo, hay un sacrificio inevitable en términos de rigor, que puede observarse en la forma en que Nassim Nicholas Taleb define con `precisión la diferencia entre “fragilidad” y “resiliencia”. Del mismo modo, el concepto de “no linealidad”, que se aborda en “BANI”, también es un tema explorado más a fondo en sus aproximaciones “cuánticas” por autores como Daniel Kahneman en el contexto de “Ruido y sesgos”. Además, Stephan Grabmeier en su libro de “BANI vs VUCA” es consciente de la importancia de comprender estos conceptos con mayor detalle y ofrece una introducción inicial a los mismos, para que los lectores puedan explorarlos después en fuentes más rigurosas.
Las señales para una evaluación conjunta de la capacidad interna y externa de supervivencia organizacional
La necesidad de medición y anticipación de vínculos no triviales ni mecánicos.
Lo intrincado y no evidente en los tres mundos: el de los objetos físicos, visibles e invisibles para el ojo humano, el del dominio de las experiencias subjetivas y el del conocimiento objetivo sobre los procesos mentales (Popper).
La imposibilidad de una explicación e interpretación única.
Lo frágil, quebradizo y vulnerable
El desbordamiento de la capacidad de adaptación y respuesta.
La “infoxicación”: el síndrome de sobrecarga informativa.
A escala de humana el comportamiento, más que causal, es de complementariedad y el mundo, más que determinístico, es probabilístico.
La mundialización sin ideología
La interdependencia y la complementariedad: ambiente, pensamiento y creaciones humanas
La complejidad en incertidumbre de un desconocimiento sin códigos del proyecto del otro
Mundialización de imaginarios, estados fallidos, mal creados, miseria…
Referencias Bibliográficas
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Cascio, Jamais. ¿Qué es BANI?. Entorno BANI vs VUCA. https://www.institutoagile.com/post/https-www-institutoagile-com-post-qu-c3-a9-es-bani-entorno-bani-vs-vuca. Barcelona, Instituto Agile,2022
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