La Insuficiencia Estructural de Reservas Internacionales Netas en Venezuela (base: 2015)

La acumulación de errores de política económica

Extracto

Una oportunidad que se dilapida y una amenaza que no se administran, se transforman posteriormente en debilidades estructurales. Se tuvo la gran oportunidad con los altos precios del petróleo durante quince años y con una renta petrolera que se despilfarró. Entre 1999 y 2010, esa cuantiosa riqueza superó en acumulación, el nivel óptimo de reservas internacionales. Luego ante el gran sesgo importador del país, ni siquiera la deuda externa, pudo sostener esa malversación. Ese modelo de gastar, no acumular capital y de destrucción de la base productiva del país, podría estar frente a un momento crítico. No se trata de una coyuntura con efectos pasajeros, ha sido la voluntad histórica del gobierno.

Las variables

PIB

El producto interno bruto, es el valor de la producción de bienes y servicios de un país, es una variable clave en nuestra reflexión, la vamos a referir para tener una idea del desenvolvimiento económico de Venezuela e identificar la propensión a importar del país. Hay que tener en consideración que, desde el punto de vista cualitativo, podemos asumir que, sería imposible producir un bien, en el país exento de componente importado. Nuestro país sufre el denominado “Mal Holandés ”, existe un sesgo importador, salvo el petróleo es bien difícil que Venezuela produzca algo competitivo para el exterior.

Propensión a importar

En este escrito la definiremos como la proporción del valor de las importaciones con respecto al PIB. No la debemos confundir con la categoría de origen keynesiana llamada propensión marginal a importar. El objetivo que perseguimos es el de darnos una idea de la magnitud de recursos en divisas, necesarios para asegurar un nivel de importaciones, acorde con la producción y demanda de bienes y servicios del país.

Servicio de deuda

Otra variable que debemos incluir,  en una evaluación sencilla de la necesidad de recursos en reservas internacionales, es la deuda externa que da lugar a obligaciones de pago en intereses y pago de capital, ambos es lo que se denomina servicio de deuda. Venezuela históricamente, a pesar de la enorme renta petrolera, sufre de una insuficiencia de ahorro interno, necesaria para asegurar la acumulación de capital, casi todo deriva hacia el gasto y no hacia la inversión, la utilización de deuda externa es inevitable. Debemos señalar y lo estudiaremos en el futuro, es probable también que la deuda externa, tampoco se haya orientado a la acumulación de capital. En cualquier disyuntiva, una regla económica es que deuda externa que, no asegure la reproducción del capital con efecto productivo, se transforma en una mayor presión tributaria futura. El Gobierno de Venezuela siempre ha recurrido al impuesto más efectivo: la inflación.

Importaciones

La vulnerabilidad de Venezuela, no solo se relaciona con el sesgo importador, sino con la rigidez de la demanda de bienes y servicios importados que se deriva de una insuficiencia de la oferta agregada interna, por la disolución, obsolescencia y estancamiento de la base productiva agrícola e industrial del país.

El nivel óptimo de reservas

En términos nominales (valores no ajustados por inflación) pareciera que el ritmo de las importaciones creciera de manera intensa desde el 2007, pero se trata de tan solo una ilusión. Cuando esas cifras se expresan en valores constantes (ajustados por inflación, con año base 1997), la realidad es otra, más bien, desde el año 2007 se estancan las importaciones. Esto expresa un desajuste, que ya ha sido comentado en nuestros artículos pasados, existe un desbalance de la demanda  causado por la emisión inorgánica de dinero, hay más bolívares pero no tantos dólares en reservas para sostener esa liquidez monetaria.

 

Servicio de deuda

Los pagos por deuda externa como proporción de las reservas, valida más la hipótesis del agotamiento del modelo económico, a través del gasto y de la capacidad de importaciones que, facilita la renta petrolera y el endeudamiento externo. Igualmente desde el 2005, los marcadores nos señalan que hace falta más recursos en divisas para sostener la demanda, y  resulta que ahora se añade el pago de los compromisos generados por el servicio de deuda externa, definitivamente estamos ante una potencial crisis de pagos externos.

El nivel óptimo de reservas

Para un país con extrema vulnerabilidad alimentaria y manufacturera, deberíamos tener en caja unos cinco meses de reservas y suficientes recursos para cumplir con las obligaciones financieras del servicio de deuda. Para el 2015, el nivel de reservas debió cerrar en 28.809 millones de $ y se situó por debajo de las reglas del protocolo financiero. No es un simple asunto de números sin importancia, un buen padre de familia debe poseer una reserva para hacer frente a los gastos de alimentación y de los servicios básicos del hogar, también, para pagar deudas y para asumir eventos inesperados, igual el país, no es sensato vivir al día.

Este nivel de seguridad cuando no se alcanza, se traduce en presión sobre el nivel de precios, pues no se puede cubrir el déficit de oferta interna con un mayor nivel de importaciones. Ahora bien, cómo podemos establecer un nivel adecuado de reservas internacionales netas, como ejercicio vamos a suponer que se fija como objetivo el nivel de escasez de 28,8% que correspondió a los tres primeros meses del año 2014, para sostener un nivel de importaciones equivalentes en el año 2015 se debió disponer de 42.889 millones de $ y para el año 2016 el monto de 46.300 millones de $. Deberíamos disponer reservas en caja en esos niveles, de modo de asegurar el crédito financiero y la confianza del resto del mundo en nuestro país.

Desde el punto de vista fiscal el Gobierno debería optar por las siguientes opciones:

  • Ajustar el gasto público a la baja en un monto suficiente para disminuir la presión sobre las importaciones;
  • Ajustar las tasas de interés para reducir la presión sobre la demanda agregada por la vía del encarecimiento del crédito;
  • Aumentar la presión tributaria;
  • Ajustar la tasa de cambio de modo de reducir la propensión a importar.

Pero no constituyen una solución a los problemas de fondo del país, someter la economía a la ortodoxia fiscal, como la indicada en el párrafo anterior, sin reformas económicas e institucionales que restituyan la confianza en el país, ni la eliminación de los incentivos perversos de la mala política económica, suma al problema inflacionario, el de una brutal caída de la actividad económica del país.

En Venezuela, el Gobierno ha desechado esas políticas, controlando el tipo de cambio, racionando la oferta de divisas, controlando los precios de los bienes y servicios e intentando administrar el margen de ganancias sobre el costo de producción. Como el Gobierno mantiene y aumenta el gasto público, la demanda no cede, más bien aumenta y con una restricción de oferta, el surgimiento de mercados negros e incentivos para la violación de regulaciones da lugar al racionamiento, la inflación y la corrupción.

La insuficiencia estructural de reservas internacionales

Los resultados, de una política económica heterodoxa y jamás vista en los anales de la economía, ineluctablemente se traducen en una insuficiencia de reservas internacionales necesarias para honrar los pagos de servicio de deuda y asegurar un aprovisionamiento continuo de importaciones. Al cierre del año 2015, sin contar el último trimestre, la insuficiencia alcanza un el nivel  26.522 millones de dólares americanos.

El autismo económico

No solo tenemos un Gobierno que desprecia al saber económico sino que cualquier propuesta de diagnóstico y de solución de los serios problemas del país, es criticada, sin la presentación de evidencia que valide las hipótesis y sin fundamentación teórica.

Hasta en nuestros medios académicos, los criterios de demarcación que preceden la dialéctica o el discurso, son descartados, pues existe el sentimiento de que demostrar la posibilidad de equivocación o error es una pérdida de tiempo.

La duda metódica cede su plaza ante lo inmediato, ante lo mediático y ante la presunción de que a la gente hay que reafirmarle en lo que quiere escuchar y no en las verdades amargas, que por amargas que sean no dejan de ser verdades.


Autor: Francisco J Contreras M
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Publicado por Prospectiva y Previsión

A lo largo del quehacer de una persona se acumulan experiencias, que más allá del sentido y la visión que se tengan, son influidas por el contexto, hay un orden dentro del desorden y un desorden dentro del orden. Hay un guión que orienta y direcciona lo que cada quien espera en su horizonte temporal y existe un dispositivo de respuesta rápida que depende del contexto. Es así que se ha tratado de superponer dos ámbitos uno el ya presentado: el guión, y otro, con enlaces a veces estructurados y con secuencias lógicas, otras veces no. Con una aproximación de complejidad que persigue emular la sinapsis profesional de flexibilidad para la evaluación transversal de los temas sociales, económicos, organizacionales, políticos y filosóficos.

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