La ciencia económica resurge con las investigaciones sobre los sesgos cognitivos (Kahneman) que moldean el juicio y permiten el descubrimiento de la trama causal de lo que ahora se denomina posverdad y posfactualidad. Es el desorden que introduce la variabilidad no deseada como fuente de errores de juicio y dificulta el tránsito hacia una sociedad más justa y democrática.