Sobre el declive de occidente y el ascenso de China (criterios de demarcación)

En las redes sociales de nuestro país existe una cultura de reflexión distractora de los sujetos fundamentales de los escritos que se comparten en estos medios, es por ello vamos ha realizar algunas precisiones sobre los criterios de demarcación sobre el tema que hemos llamado “El declive de occidente y el ascenso de China”.

  1. Lo que se comparte tiene el propósito de servir como una alternativa de evaluación de entorno para mejorar la calidad de interpretación de lo que acontece en el mundo para quienes toman decisiones como grupo familiar o como pequeños o medianos emprendedores.
  2. China es un país capitalista de economía de mercado y autoritario con un partido de estilo leninista que procura el mantenimiento en el poder mediante una conducción ad-hoc, con contrapesos de poder al interior del partido comunista que reafirme incentivos nacionalistas, evite de la corrupción propia derivada del ejercicio de poder discrecional y contrarreste la asfixia regulatoria.
  3. Luego de la revolución cultural China logró sacar de la extrema pobreza unos 800 millones de personas.
  4. Durante el 2020 según el FMI, EE. UU. tuvo una caída del PIB de 8% y China un crecimiento de 1,9%, para el 2021 se espera que EE. UU. crezca al ritmo de 3,4% y China en 8,5%. La meta de igualar a occidente que se fijó China  durante los “entre tiempos” de  Deng Tsiao-ping y Xi Jinping quizás se alcance mucho antes del 2049.
  5. La pandemia redujo la brecha entre EE. UU. y China, pero también ha frenado las libertades económicas y políticas en China que han sido las claves de éxito de su modelo.
  6. El ascenso de China tiene como condición de suficiencia incompleta a la confianza que pueda generar en el Yuan como medio de pago internacional, el reto es más institucional que económico-tecnológico, es su dilema y es la fortaleza de la democracia occidental representada en la Reserva Federal de Estados Unidos que no es otra cosa que la emisión responsable de dinero, este es el verdadero gran poder real, es el “soft power” de EE. UU.
  7. La disrupción civilizatoria no es entre bloques ideológicos como lo fue la guerra fría y tampoco el reto económico japonés de los años 80, es algo difuso que enfrenta a dos países cuyo destino les obliga a la coexistencia entre complementariedades y rivalidad.
  8. El ascenso quizás sea más de Asia con una China preponderante y una convergencia de intereses económicos entre India, Vietnam, Japón y Nueva Zelandia.

Este es el contexto dentro del cual evaluaremos la situación de América del Sur y Venezuela.

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