Venezuela: Un semestre confuso y las posibilidades de una precaria estabilización para el 2020

Venezuela enfrenta severas restricciones para su recuperación económica, primero, el estancamiento y deterioro de la infraestructura física y de los servicios públicos necesarios para sostener el crecimiento económico, segundo, una insuficiencia estructural para la generación de poder de compra de componentes importados, lo cual hace que el impulso de demanda con gasto fiscal y emisión irresponsable de dinero se traduzca en inflación y desempleo, tercero, un proceso de desindustrialización, cuyo freno necesita una estrategia de elevación de la productividad laboral y de aumento del rendimiento del capital, cuarto, una inmediatez y menosprecio hacia el conocimiento económico, hay que devolverle a la economía su estatus en la formulación de la política económica: el análisis previo de impacto regulatorio de la política económica y quinto, un contexto geopolítico mundial poco favorable al intervencionismo directo orientado al apoyo inducido a los factores políticos para la solución de sus conflictos por sus propios medios.

El mundo en perspectiva

Los siguientes factores son importantes en el devenir económico para el año 2020 en el mundo:

  • Leve desaceleración en el mundo con tendencia al estancamiento secular cuya dinámica sigue siendo impulsada por EEUU y China.
  • Política exterior de las grandes potencias con tendencia al mínimo gasto en el uso de fuerza militar y con aplicación intensa de sanciones y represalias económicas.
  • Fragilidad económica en la Comunidad Europea (lowflation), en los BRICS (excepción China), en los BENIVMs, en el nuevo club llamado “los cinco frágiles”.
  • Esfuerzo en las economías con influencia mundial (OECD, BRICS, BENIVMs,) por mejorar simultáneamente el rendimiento del capital y la productividad del trabajo, para crear condiciones de mejoramiento cualitativo del talento humano, y del impulso de la innovación.
  • Discusión abierta sobre la ética del capitalismo y del emprendimiento, de la reducción de las desigualdades a través del mercado y de la innovación frugal.
  • Se mantienen las condiciones estructurales de la debilidad de los precios de la energía fósil –entre ellas las derivadas del petróleo-[ii]

Condicionantes de los procesos económicos en Venezuela

El estancamiento y deterioro de la dotación de infraestructura física y de los servicios públicos del país desde larga data.

El crecimiento económico de América Latina tiene “pies de barro” ha sido insuflado desde la demanda sobre la base de las exportaciones de materias primas, con una estrategia asistencialista distributiva y con una importación masiva de bienes de consumo final.

Poco o nada se ha hecho durante estos últimos veinte años en el mantenimiento y dotación de infraestructura física y servicios públicos. Hay excepciones en los países agrupados bajo la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, Perú, México, Costa Rica). En los países del Eje Atlántico (Argentina, Brasil y Venezuela) es una historia de mucho gasto público distributivo sostenido por la generación de divisas, han sido cuatro lustros de impulso de la economía mundial gracias al éxito de la economía China. Hoy se ha descubierto que esas siglas BRICS en términos de impacto económico no es del conjunto sino de China, todo el resto es fragilidad, tanto es así que desde el 2013 cuando China decide reorientar su crecimiento hacia adentro, al año siguiente los precios de las materias primas, entre ellas el petróleo, se desplomaron en el mercado internacional.Sobre el tema del deterioro de la infraestructura física del país se puede hacer unas consultas más extensas en dos estudios sobre la infraestructura en América Latina, ellos son:

Sobre el tema del deterioro de la infraestructura física del país se puede hacer unas consultas más extensas en dos estudios sobre la infraestructura en América Latina, ellos son:

  • Infrastructure in the Development of Latin America[iii]
  • Infraestructura física para la integración en América Latina y el Caribe[iv]

El caso de nuestro país es la mejor expresión de dos decenios perdidos, en todos los indicadores referidos apenas supera a Paraguay y Nicaragua, una muestra decepcionante para un país cuyo experimento socialista ha consumido 1.099.119 millones de $ USD (en poder adquisitivo de diciembre 2018 durante 20 años [v].

En ese lapso, ni siquiera el proyecto ferrocarrilero de la Venezuela anterior al socialismo del siglo XXI -que debió culminar en el 2012- ha sido concluido. La devastación de la infraestructura es tan grande ya que Venezuela ni siquiera aparecemos en las estadísticas de los estudios de CEPAL sobre el tema (https://bit.ly/2xb4hYA y https://bit.ly/2ITysZu )

A pesar de que la información sobre Venezuela es escasa y fragmentada podemos tomar de los  referidos dos tablas:

Tabla I: Infraestructura 2010-2011: América Latina y El Caribe

Las informaciones que ofrecemos de diferentes fuentes de organismos internacionales validan la hipótesis de dos decenios perdidos en Venezuela en relación con su dotación de infraestructura física y de servicios públicos, en una región que se cuenta en el mundo como una de las que menos atención otorga a esas necesidades vitales para el crecimiento y la innovación.

Tabla II: Indicadores sobre infraestructura física y de servicios para América Latina (SELA)

PerspII_2014_2Fuente: Infrastructure in the Development of Latin America [vi]

Insuficiencia estructural de divisas.

Desde 1999 se tuvo una gran oportunidad con los altos precios del petróleo durante quince años y sus recursos derivados fueron dilapidados. Entre 1999 y 2010, esa cuantiosa riqueza rebasó el nivel óptimo de reservas internacionales. Luego ante el gran sesgo importador creado, ni siquiera la deuda externa, pudo sostener esa malversación.

El modelo del “capitalismo rentístico” [vii]descrito por el Profesor Asdrúbal Baptista ha sido en nuestro país un modelo de gastar, sin acumulación sustentable de capital y de destrucción de la base productiva del país. No se trata de una coyuntura con efectos pasajeros, ha sido la voluntad histórica de gobierno y una cultura que se arraigó desde 1945 en todas las esferas de la sociedad venezolana.

Cuando la renta fue insuficiente se recurrió a la deuda externa y de nuevo se violó una regla económica: deuda externa que no asegure la reproducción del capital con efecto productivo, se transforma en una mayor presión tributaria futura o en emisión irresponsable de dinero para el financiamiento del mal gasto público. Es el origen del desbalance de la demanda pues hay más bolívares pero no tantos dólares en reservas para sostener esa liquidez monetaria. Es un modelo de insuficiencia estructural de medios de pagos internacionales porque en Venezuela es imposible producir un bien exento de importantes componentes importados.

Nos encontramos en un estado de insuficiencia de reservas que se inició en el 2011 con un nivel de 31% hasta llegar en el año 2018 a 115%. Son valores estimados a nivel de letargo administrado de la economía, es decir, en un escenario de paulatino estancamiento de la economía. Se comparte tabla con  la evidencia de lo planteado.

Tabla III: insuficiencia de divisas en Venezuela

El nivel óptimo es equivalente a 5 meses de importaciones más el servicio de deuda externa.

La desindustrialización.

La desindustrialización en el mundo desarrollado se presenta como una etapa de superación del crecimiento económico con base en la manufactura hacia uno fundamentado en la disrupción tecnológica. La actual confrontación a escala mundial es eminentemente económica y muy probablemente concluya hacia el 2049 con una hegemonía compartida sin definición ideológica-política y una gobernanza abundante en contrapesos de poder para la moderación de los fallos de mercado y la contención de los impactos regulatorios de la política económica.
Pero, en Venezuela la caída de la acumulación de capital para el crecimiento económico con base en la manufactura ha sido un proceso nada espontáneo, ha sido la consecuencia de una gobernanza plena de una retórica asistencialista que creó todas las condiciones de demolición física de la capacidad productiva del país. Sus signos son:

  • Caída absoluta y rigidez del empleo industrial
  • Desplazamiento laboral hacia los mercados negros en los márgenes del sector formal de la economía.
  • Evolución desde un capitalismo con extracción de rentas favorable al gobierno y sus asociados y en contra de la mayoría del país, hacia una economía capitalista deforme de mercado con precariedad difusa entre lo ilegítimo y lo medianamente formal.
  • Reducción progresiva del ingreso y de la calidad de vida, en la medida que avanza la la informalidad como práctica de gobierno.

El asistencialismo creó un sesgo cultural y un clima intervencionista totalmente adverso a la actividad empresarial, llevados al extremo por los 19 años del experimento del socialismo del siglo XXI. Ha sido una historia de expropiaciones, controles de precios y costosas regulaciones laborales que poco incentivan el rendimiento del capital y la productividad del trabajo. En lo cuantitativo no hay en el país publicaciones oficiales sobre el número de empresas cerradas, confiscadas o expropiadas. Las informaciones sobre la situación de las empresas afectadas en términos precisos se desconoce, los gremios empresariales revelan que durante 14 años entre 1998 y 2013, han cerrado unas 4.000 empresas y han sido expropiadas unas 1.190, entre los sectores agremiados a FEDECAMARAS [viii]. Desde 1968 la trayectoria del valor agregado industrial per cápita es de deterioro, específicamente hay una leve recuperación entre 1982 y 1996, para luego entre 1996 y el 2013 mostrar signos de deterioro o estancamiento.

La asfixia regulatoria

Consiste en el establecimiento de multitud de leyes, decretos, normas, providencias y regulaciones, de confusa y ambigua la interpretación, que permiten amordazar la democracia. Se recrea una cultura de aceptación de la arbitrariedad, pues no existe manera de decidir de manera consistente cuando las normas se contradicen unas con otras. No obstante, el costo en gobernanza puede ser alto: los extractores de renta pueden terminar como los verdaderos regentes del poder. Un eficiente sistema de asfixia regulatoria deja al ciudadano al margen de la ley, prácticamente todo está sumido a normas contradictorias y de imposible cumplimiento. El estadio superior de un sistema de asfixia regulatoria se alcanza cuando los poderes públicos pierden su autonomía e independencia. Es la mayor fuente de corrupción y de pérdida social porque cualquier emprendimiento u oficio requiere el cumplimiento de normas de casi imposible cumplimiento si recurrir al soborno.

La asfixia regulatoria de Venezuela le sitúa al momento de la segunda posición del mundo con una brecha que supera en 339% el nivel promedio para América Latina.

Posición en el mundo al año 2019

Exceso de asfixia regulatoria de Venezuela sobre el promedio de América Latina

Componentes de la asfixia regulatoria en Venezuela

La dolarización perversa

El gobierno prefiere contener el resultado y no el proceso, antes que reducir la emisión irresponsable de dinero, ha elegido frenar la inestabilidad económica conteniendo la expansión secundaria de la oferta monetaria mediante una estrategia de incremento del encaje legal que reduce enormemente el crédito bancario de corto plazo. Es una contención de la demanda de bolívares para comprar divisas que también reduce el aliciente para invertir, con lo cual se frena el alza del tipo de cambio y también la actividad económica, pero no los precios de los bienes y servicios de consumo final, lo cual da lugar a que la gente y los especialistas hablen de una supuesta inflación en dólares.

Existiría inflación en dólares si en su mercado natural de emisión que es EE.UU. los precios de los bienes y servicios de consumo final presentaran una tasa anualizada superior a 5%. De modo que es un error hablar de inflación en dólares. Si fuera posible comprar en el exterior la gente nunca lo haría en Venezuela.

Los analistas aún no comprenden que estamos en presencia de una dolarización perversa que se está transformando en otro mecanismo anti frágil para que el gobierno solape la emisión de dinero y se procure de manera marginal de unos recursos que la renta petrolera ya no le proporciona. El gobierno nacional se ha hecho experto para disipar su responsabilidad absoluta en los males del país desviando la atención de todos hacia distractores o fuegos fatuos.

Lo que ocurre es, primero, que no existe una movilidad perfecta de divisas, ni de bienes y servicios entre Venezuela y el resto del mundo, segundo, que la información que necesita la gente para la correcta evaluación de sus medios de pago está desigualmente distribuida, y tercero, que la velocidad de ajuste del mercado cambiario se rezaga en relación con la inflación.

Estamos en presencia de una economía de fontaneros, poceros, mercaderes e informales cuya actividad se ha hecho de un poder de monopolio producto de la discriminación entre mercados que imposibilita contratar esos servicios como componentes importados.

Errores de cálculo político desde la perspectiva de la economía

En el protocolo económico la importancia de la argumentación es compleja porque requiere consistencia argumental y sustentación empírica referencial o estadística, por el contrario, en la cultura del razonamiento político de nuestro entorno prevalece la especulación sobre la conducta de los actores con base en presunciones hipotéticas de su comportamiento.

En relación con la política exterior de EE.UU. el discurso del presidente Trump ha sido consistente en plantear desde su propia campaña electoral que evitaría conflictividad armada y haría un esfuerzo por reducir los contingentes en los conflictos bélicos del mundo, que buscaría forzar acuerdos sobre la base de que en cada zona de conflicto la propia gente de cada país facilitara esos acuerdos o los cambios de sus regímenes. Es lo que se ha ratificado con la estrategia de las sanciones económicas.

Tanto China como EE.UU. convergen en una estrategia fundada en poder económico más que en cualquier otra forma de poder. China hace caso omiso de las sanciones económicas de EE.UU. comprando petróleo a Irán, pero no se compromete con ese país como punto de honor, igualmente firma acuerdos y compra petróleo a Arabia Saudita, país adversario de Irán. La geopolítica tiene sus propios intereses a veces incomprensibles, pero muy poca ideología.

La política exterior de los grandes no consiste en la exportación de su modo de gobernanza ni pacíficamente ni por la fuerza. En todo caso su estrategia es la de las sanciones directas o ubicuas creando un caos controlado en aquellas zonas de conflicto de modo que converjan hacia un cuadro de relaciones que les sea favorable a sus intereses.

Se comete un error de cálculo cuando se cree que un supuesto perfil de comportamiento de los líderes mundiales prevalece sobre las razones objetivas que orientan sus acciones. Es un error crucial hacer depender las acciones políticas de un país con la esperanza de que una fuerza exterior le resuelva lo que su propia responsabilidad es incapaz de hacer.

La inmediatez del razonamiento político y la complejidad del conocimiento económico

En la explicación de lo que acontece en el país económico existe en un sesgo político ideológico en el discurso. También se piensa que hablar con soltura sobre el PIB, la inflación, el desempleo, la tasa de cambio y de otras variables resultado, es sinónimo de validación de hipótesis sobre los problemas económicos o de una correcta formulación de política económica. Hay un insuficiente esfuerzo de argumentación teórica o de presentación de evidencia empírica sobre lo que se afirma. Se ha extendido una cultura mediática al querer hablar en el lenguaje que la gente comprende y desea escuchar. Este contexto ha dado lugar a una banalización de la economía en Venezuela. La economía resulta incómoda pues desnuda la naturaleza de los males públicos y de la demagogia política. Verbi gratia, el caso de la inflación que como fenómeno económico existe en pocos lugares del mundo donde prevalece el discurso ideológico sobre el económico y se justifica, sobre la base de una dudosa soberanía, el poder de emisión irresponsable de dinero.

Se cree que las condiciones económicas pueden modificarse de la misma forma como lo hace la opinión política, sin embargo, unas condiciones estructurales del país recreadas durante 15 años no se las pueden cambiar en el país de la noche a la mañana. Es realmente difícil modelar un arraigo cultural en el cual la gente cree que los males que sufre no son de su responsabilidad, que ese sufrimiento es culpa de otro, y menos, cuando observa la opulencia con que viven sus gobernantes. Encauzar al país es un compromiso social y político de todos para sacarlo de su tragedia, eso puede ser políticamente viable y tener resultados inmediatos. El modelo gobernanza para el mal desarrollo necesita ahora ser relevado por uno no rentístico fundado en la confianza y en las reformas económicas que liberen al mercado de sus fallos, de la emisión irresponsable de dinero y de la asfixia regulatoria.

En un mundo donde los actores principales debaten sobre el futuro en términos de innovación, de mejoramiento del rendimiento del capital y de la productividad del trabajo, no es conveniente seguir a espaldas de la realidad. El discurso exageradamente político con un contenido esencialmente ideológico nos aparta de la búsqueda del consenso y de un mundo mejor, bien sea sobre la base de criterios fundados en verdades deliberativas cuando se trata de juicios normativos o de verdades experimentales cuando se trata de juicios positivos económicos.

Los condicionantes y sus consecuencias

  • El estancamiento y deterioro de la dotación de infraestructura física y de los servicios públicos del país desde larga data: hace imposible el crecimiento económico en el mediano plazo, ya que no se posee una cadena de apoyo para la creación de valor, cualquier intento de fuerte crecimiento colapsaría la vialidad, las comunicaciones, la generación y distribución de electricidad.
  • La insuficiencia estructural de divisas: hace insostenible difundir el crecimiento económico por la vía del gasto público y de la emisión inorgánica de dinero.
  • La desindustrialización: el freno de la desindustrialización solo es posible con arreglos institucionales, que sometan al análisis de impacto regulatorio, cualquier medida o política económica, de manera que aumente la productividad laboral y el rendimiento del capital.
  • La dolarización perversa de la economía: se ha transformado en otro mecanismo anti frágil para solapar la emisión de dinero y para que el gobierno se procure de manera marginal de unos recursos que la renta petrolera ya no le proporciona. El gobierno nacional tiene ahora otro mecanismo anti frágil para disipar su responsabilidad absoluta en los males del país desviando la atención de todos en la falsa percepción de una inflación en moneda extranjera.
  • Los errores de cálculo político desde la perspectiva de la economía: la imposibilidad de un acuerdo de gobernanza entre un rechazo generalizado de la gente hacia el gobierno y unos factores democráticos fragmentados con poco espacio para el logro de acuerdos de transición democrática.
  • El predominio de la inmediatez de la política y menosprecio del conocimiento económico en la formulación y ejecución de la gestión pública y en el discurso mediático: hace necesaria la participación de las academias de ciencias y del sistema de educación superior en el estudio del impacto regulatorio de las políticas públicas.
  • Una economía a «pulmón propio»: la imposibilidad de sostener la asfixia regulatoria y la emisión irresponsable de dinero y la persistencia de las empresas manufactureras, y sobre todo, de la agroindustria venezolana han recreado un escenario de una estabilización marginal con posibilidades de leve recuperación. Nada fácil comprender que la gobernanza económica del país pueda cambiar y puede ocurrir de manera forzada por el mercado.

Una economía a «pulmón propio»

A pesar de los signos de intensificación de la depresión económica las empresas sobrevivientes planifican con base en recursos propios y sin intermediación financiera, con márgenes mínimos para reducir pérdidas por absorción de costos y gastos fijos. Es una estabilización marginal desde el sector productivo a “pulmón propio” contra todo pronóstico.

Es un escenario de débil recuperación, con una liberación parcial de la asfixia regulatoria y del sometimiento de las prebendas regulatorias o cambiarias a cambio del despojo parcial de su producción. Quizás la transición económica ha debido comenzar antes, pero nunca es tarde. Sin embargo, los conductores del régimen se siguen resistiendo a las imposiciones externas que le hacen. Solo queda aliviar el camino político que guarda mucha relación con el desenlace de la guerra comercial entre China y EE. UU.

FJCM062014

Francisco J Contreras M

Economista UC 1972

Doctor de Tercer Ciclo en Técnicas Económicas Modernas, Prospectiva y Previsión

Universidad de París 1979

Docente de la Universidad de Carabobo

Consultor en Prospectiva Empresarial

[i] http://franciscocontreras.com.ve/2014/10/06/aspectos-cualitativos-de-las-perspectivas-economicas-para-el-2015-francisco-j-contreras-m/

[ii] http://franciscocontreras.com.ve/2014/07/31/sera-el-fin-de-los-precios-altos-del-petroleo-y-de-otras-energias-fosiles/

[iii] http://publicaciones.caf.com/media/33151/ideal_ingles_feb8.pdf

[iv] http://www.sela.org/attach/258/default/Di_No_11-Infraestructura_fisica_para_la_integracion_en_ALC.pdf

[v] http://www.franciscojcontrerasm.com/prospectiva/analisis-de-entorno/sobre-el-plan-marshall-de-reconstruccion-de-europa-y-el-plan-del-socialismo-del-siglo-xxi-en-venezuela/

[vi]http://publicaciones.caf.com/media/33151/ideal_ingles_feb8.pdf

[vii] Asdrúbal Baptista. Teoría económica del capitalismo rentístico. BCV. ISBN 978-980-394-067-6. 2010

[vii] http://www.franciscojcontrerasm.com/prospectiva/analisis-de-entorno/la-insuficiencia-estructural-de-reservas-internacionales-netas-en-venezuela/

[viii] http://bancaynegocios.com/muchas-de-las-empresas-expropiadas-por-el-gobierno-siguen-sin-cancelarse/

 

 

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