Cosmovisión económica y empresarial

Este programa del Doctorado de Ciencias Económicas de la Universidad de Carabobo, trata sobre un conjunto de contenidos que conforman una manera no convencional de abordar el tema empresarial, esos contenidos son:

  • Las emociones y la moral en la configuración de las decisiones individuales, organizacionales y sociales.
  • La antifragilidad y la responsabilidad social en la influencia de la acción humana sobre la capacidad auto reguladora de las organizaciones.
  • La innovación frugal como principio de respuesta a la vulnerabilidad del ambiente y a la escasez.
  • Los espacios donde la rivalidad competitiva pierde sentido.

A partir de esas orientaciones y categorías se explora el emprendimiento y se le interpreta desde su propia naturaleza y de su articulación social.

Las emociones y la moral

Las emociones [1] y la moral [2] son cruciales en las decisiones que la gente toma o debe asumir en la cotidianidad. La masa, desde la actuación política, ha asumido cada vez más comportamientos estratégicos y de ocultamiento de sus verdaderas preferencias. Se suma como problema adicional el asfixiante y abundante cúmulo de información filtrada mediáticamente. La racionalidad es cada vez más difícil y compleja.

Para la economía, abordar la trama de las emociones, más allá de considerarlas como datos e introducirlas como variables claves en el comportamiento humano, presenta desafíos e innovación, para una disciplina que tiene entre sus propósitos más importantes la búsqueda de un mundo mejor, a través de su contribución en la explicación y resolución de problemas económicos.

El tema conduce a la economía más allá de las convencionalidades de la comunidad académica, empuja el modelo estándar fuera de los fundamentos asentados en la racionalidad de la conducta humana. Podemos preguntarnos: ¿Están sujetas las emociones al comportamiento racional o, por el contrario, afectan la racionalidad de la persona ante los desafíos decisorios? ¿Pueden ser alentadas las personas para adoptar comportamientos beneficiosos a favor de la comunidad? ¿Es posible influir sobre los sentimientos de los demás y así alcanzar los objetivos de la política económica?

La actuación estratégica guarda relación con posturas éticas del individuo ante sus decisiones cotidianas, es el dilema de si se sujeta a un comportamiento optimizador de rentas pecuniarias a partir del mercado o a uno guiado por la percepción de un resultado valorado a partir del modo como interpreta que será juzgado socialmente y de la manera como se juzga a sí mismo a partir de sus creencias y valores. Ese dilema es complejo porque es afectado por el entorno y puede ser modificado por la política pública. Entonces: ¿Cómo podemos establecer acuerdos para alinear la actuación en favor de unos fines organizacionales, de unas aspiraciones cívicas, a la consecución de una imagen constitucional del país? ¿Cómo podemos alcanzar una armonía entre lo social, el libre albedrío y libertad del individuo?

La antifragilidad y la responsabilidad social

La complejidad no solo se reduce a las dimensiones éticas, morales e impulsivas del ser humano, de los orígenes y consecuencias de sus actuaciones, es que de la manera como se articula lo social y lo individual se da origen a un sistema que puede llevar en sí las semillas de su propia destrucción y a la degradación de las condiciones de bienestar del ser, aun cuando la acción pública y de la misma gente esté bien intencionada en la búsqueda de un mundo mejor.

El hombre moderno interpretó a partir de sus avances científicos y tecnológicos, y de la manera como esos avances se tradujeron en mejoras civilizatorias, que era posible dotar al hombre y a la sociedad de una robustez y estabilidad que les liberaría de toda penuria.

Se interpretó erradamente que el ser humano y la vida social son, como los productos de una maquinaria de relojería, sujetos en su funcionamiento a la reparación y reemplazo de sus partes y piezas, las cuales debemos hacer cada vez más invulnerables al entorno. Pero, desde el origen de la vida, la supervivencia y la mejora, no se alcanza a partir de la robustez y de los controles, sino de la propiedad para sacar ventaja de los errores y de la flexibilidad y capacidad de respuesta superior a partir de las dificultades. En los sistemas vivientes y sociales, rigen los principios de la antifragilidad, pues se benefician de las crisis; prosperan y crecen al verse expuestas a la volatilidad, al azar, al desorden y a los estresores, y les sienta bien la aventura, el riesgo y la incertidumbre. La clave está en procurar por la vía del aprendizaje individual y de la acción social el logro de esa antifragilidad [3] con la menor exposición a esos errores en forma de muchos y variados riesgos de daños sin daño crucial o terminal.

La innovación frugal

Crecer sobre la base de la abundancia material es difícil para un mundo que da signos de estar exhausto, sin embargo, también ofrece señales de cambio importante en el modo en que se produce, se distribuye y se consume en el planeta. Las predicciones de los años setenta sobre la crisis terminal del medio ambiente y el agotamiento de la energía fósil, no se han manifestado en la magnitud esperada, porque ha habido cambios, pero aún la amenaza está latente. La mejora de las condiciones materiales en el mundo se ha hecho presente, y también, la desigualdad al interior de cada país, es parte de la explicación de la pérdida de confianza de la gente en las élites gobernantes y del surgimiento del populismo emergente. Es inevitable en países con una gran parte de su población en situación de pobreza y exclusión, hacer más, mejor con menos. Una opción estratégica guarda relación con la innovación frugal y la creación de espacios donde la rivalidad competitiva pierde sentido.

La superación de la pobreza en la India y en otros países asiáticos guarda relación con un enfoque llamado “Jugaad innovation” [4]. Es un enfoque centrado en la reducción de la complejidad y del costo de producción de un bien. Es la eliminación de características aparentemente esenciales de un producto, dados los cambios socioculturales de los consumidores, los nuevos desafíos ambientales y la calidad de vida. La frugalidad exige una conceptualización diferente de diseño y de ingeniería de los procesos. El nuevo paradigma tiene como atributos: el alargamiento de la durabilidad y de la perecibilidad del bien, la creación de canales de distribución no convencionales y la supresión de actividades que no crean valor. Estos servicios y productos no tienen que ser de calidad inferior, pero una de sus metas la presentación de bienes con precios accesibles a la mayoría.

Lo que vendrá va a exigir bienes y servicios más pertinentes en términos de uso, más baratos, más durables, menos perecederos, cuyos procesos sean cuidadosos en su impacto ambiental y en el uso de los recursos naturales. Se requiere un permanente seguimiento de los procesos, pues ellos dependiendo de las circunstancias pueden crear o destruir valor. La organización de ser posible logrará mayor estabilidad en la medida que pueda auto generar su componente importado mediante exportación parcial.

Los espacios donde la rivalidad competitiva pierde sentido

Es un modelo [5] fundado en la exploración de mercados que no han surgido, en un momento crucial de competencia con alta rivalidad, es un esfuerzo creativo de determinación de necesidades, no identificadas en el presente, cuyas limitaciones no proceden de restricciones en el presupuesto del consumidor. Es la anticipación de esas necesidades que simplemente el paradigma dominante no percibe y que están a la espera del bien o servicio específico que cubra esas expectativas del consumidor.

Como toda novedad necesita un algo diferente y mejor, en la conceptualización del producto o servicio, en otras palabras, requiere de la innovación. Pues llevar a cabo la investigación y desarrollo en este caso significa modificar:

  • Primero, el cómo se interpreta la necesidad en la perspectiva de un consumidor que también enfrenta dificultad para describir ese atributo que le satisface pero que desconoce con precisión,
  • Segundo, el cómo diseñar el producto, que contenga los atributos de deleite que no existen, los de rendimiento a mejorar, los que habrá que reducir y aquellos a eliminar,
  • Tercero, el cómo hacerlo accesible económicamente.


[1] Este tema es ampliamente abordado en los escritos de dos economistas: Romain Jourdheuil y Emmanuel Petit, como parte del programa “Cosmovisión económica y empresarial” del Doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad de Carabobo.

[2] Samuel Bowles. The Moral Economy”. Yale University Press. New Haven and London. May 24, 2016, 288 pages, 5 1/2 x 8 ¼, 18 b/w illus. ISBN: 97803001638032016. (iBooks. https://itun.es/us/awhqcb.l)

[3] Antifragilidad es una categoría desarrollada por el profesor Nassim Taleb, en su libro, Antifragilidad: las cosas que se benefician del desorden. Hace referencia a los sistemas que aumentan en capacidad, resistencia o robustez como consecuencia de errores, defectos, ataques, o fracasos. Como Taleb explica en su libro, la antifragilidad es fundamentalmente diferente de los conceptos de resiliencia (es decir, la capacidad de recuperarse de errores) y la robustez (esto es, la capacidad de resistir el fracaso). El concepto se ha aplicado en el análisis de riesgos. Hay cosas que crecen especialmente cuando se exponen al azar, al riesgo y a la volatilidad (como los emprendedores) y en una sociedad donde creemos que, al eliminar el riesgo, también eliminamos esa capacidad de respuesta que es en realidad el núcleo de progreso de cualquier época. Nassim Nicholas Taleb (2012). Antifragile: Things That Gain from Disorder. Random House. ISBN 9781400067824.

[4] Innovación frugal es el proceso de reducción de la complejidad y del costo de un bien. Por lo general, esto se refiere a la eliminación de las características no sustanciales de un bien duradero. Es el diseño de productos de mayor durabilidad (eliminación de la obsolescencia programada), donde se utilizan canales de distribución no convencionales, que acercan la demanda y la oferta. http://www.frugal-innovation.com/research-summary/

[5] Representa a las ideas que buscan crear mercados que no aparezcan en la actualidad y que, por lo tanto, son viables debido a que son oportunidades de generar un crecimiento rentable a futuro; por lo general, estos nacen a partir de los océanos rojos. El océano azul se define como aquel espacio perteneciente al mercado y que aún no ha sido utilizado o explotado, y que por consiguiente generará una oportunidad para el crecimiento rentable, que tiene muchas ventajas. W. Chan Kim, R. Mauborgne: Blue Ocean Strategy  (La estrategia de “Océano azul”)

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