La ruta crítica del rescate democrático del país en el futuro próximo

Hasta el momento, la historia señala que, la primera línea de defensa y rescate de la democracia, se hace desde las instituciones, así las irrespete el autoritarismo. La resistencia pacífica activa tiene por propósito de obligar al adversario a acuerdos de fiel cumplimiento. Hasta los más cruentos conflictos han terminado en una mesa de negociación.

Las agendas se hacen para cerrarse, no para el retiro del maratón, a una cuadra del final. En el peor de los escenarios, una movilización contundente recolectando firmas, además de la mediática Caracas, tiene un efecto devastador para el régimen. Solicitar renuncia, aplicar el llamado «350», todas esas opciones, son cosas que mucho menos respetaría el Gobierno. En todo proceso, lo importante es la gradualidad, hasta llegar a un estado de «Ville Morte». Son, la persistencia, la perseverancia y la firmeza de propósitos, los que garantizan el éxito.

Las movilizaciones tienen que ser pacíficas y contundentes. Hasta ahora la historia ha validado que, con un 3% de la población movilizada, no hay manera para un gobierno de eludir la aceptación de acuerdos firmes. Los arreglos exitosos pasan por la cesión de mutuas concesiones, convenios con resultados «todo o nada» o en «blanco o negro», no son posibles, mucho menos con la desaparición del contrario.

Voy a ofrecer una variante del esquema presentado en «RunRunes» (¿Qué pasa si la MUD acepta o no las condiciones del CNE?) [1].

RR2016

Asumir el Referéndum Revocatorio, como una disyuntiva, entre aceptar o no, la recolección de firmas, coloca a la «Mesa de la Unidad Democrática (MUD)», como foco de atención cuando no lo es. No es así porque no existe un «aceptar o no», esto es tratar el asunto del rescate de la democracia como una cuestión puntual de ganar un referéndum. Lo esencial es que estamos en un proceso de restablecimiento de la democracia que, no tiene opción, hay que hacer el intento de recolectar así sea con una sóla máquina y en una sola hora.

En los procesos de resistencia pacífica activa, cada centímetro ganado suma y no se le somete a riesgos con falsos dilemas, lo correcto es decir: «ya logramos las fechas de recolección y ahora vamos a luchar para que se respete la constitución» y así sucesivamente. El foco debe ser la movilización pacífica y la insistencia en el logro del referéndum revocatorio como un punto irreversible de avance, en un largo, difícil y complejo proceso de recuperación de la democracia.


Nota: esquema presentado en RunRunes:

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