EXTRACTO.
Se extingue el fuego esencial de la vida académica de las universidades autónomas de Venezuela, variadas son las razones, pero las fundamentales son las siguientes: Primero, el empobrecimiento de los docentes universitarios, quienes se encuentran discriminados en términos salariales, mal pagados en comparación con el estándar mundial y bajo el impacto de una inflación estructural intensa; Segundo, por la pérdida de los incentivos para realizar estudios superiores por parte de los graduados de bachillerato. La enseñanza superior fenece ante la destrucción de su sentido existencial: maestros y alumnos necesarios para el desarrollo de la nación.
El empobrecimiento del profesor universitario
Discriminados en comparación con los ingresos devengados en otras actividades
Un profesor dedicación exclusiva, con 20 años de servicio, postgrado y doctorado tiene un sueldo de Bs. S 575.351,52. En nuestra Escuela de Economía de la Universidad de Carabobo, ya se han ido varios profesores a realizar su santo oficio en otras Universidades extranjeras.
De manera ad hoc, mientras un conductor de transporte pesado, en una empresa formal, tiene un ingreso mensual de Bs. 3.000.000, un cuidador de carros puede lograr Bs. 8.333.000, un bombero de una gasolinera hasta Bs. 780.000 y un lavador informal de carros Bs. 1.200.000, a un profesor universitario se le sume en la penuria. En nuestro país pocas actividades son tan mal remuneradas como la del oficio docente universitario, a menos que sean del propio sector educativo (profesores de educación media y maestros de educación primaria).
La tabla a continuación muestra una estructura de ingresos de esos nuevos trabajos surgidos durante esta V República:
Si los docentes universitarios desean sobrevivir en nuestro país, tienen obligatoriamente que efectuar otras actividades en la economía informal, de modo que tenemos otros efectos colaterales: primero, la exclusividad que requiere la formación permanente de un profesor universitario se pierde y el tiempo necesario de atención a los estudiantes desaparece, segundo, desmejora la calidad de vida del docente, se le descapitaliza intelectualmente y se compromete el estándar de la formación de los futuros profesionales.
Entre los peor pagados en el mundo
Venezuela es quizás el país con peor nivel de sueldos para docentes universitarios en el mundo. Según estudio efectuado por el Centro Internacional de Educación Superior, adscrito al Boston College en Estados Unidos, en el cual se recolectó información sobre los sueldos de los profesores universitarios en todo el mundo, una muestra representativa de esos países, desde los que tienen las mas bajas remuneraciones hasta los que tienen los mas elevados ingresos, se agrupó en 28 países representativos, el resultado se muestra en el cuadro siguiente: Fuente: http://www.acup.cat/sites/default/files/altbachexecutivesummary.pdf
Con un deterioro secular en su propia escala en términos de poder adquisitivo interno
Si evaluamos la situación desde la perspectiva económica interna, nos encontramos que el deterioro del ingreso real de los profesores en Venezuela ratifica la precariedad de la vida de un docente en el país.
En bolívares expresados en poder adquisitivo de octubre 2019
En $USD expresados en poder adquisitivo de octubre 2019.
Estimaciones formuladas a partir del tabulador histórico promedio de las universidades venezolanas, expresadas en poder adquisitivo del mes de octubre 2019.
La pérdida de interés por los estudios universitarios
Hay otra línea de destrucción de las universidades autónomas, es la configuración de incentivos perversos que tienden a desestimular la demanda de los estudios profesionales.
En nuestro medio existe una aversión hacia quienes poseen título universitario, los bachilleres pierden interés en hacer estudios universitarios y prefieren dedicarse a cualquier otro oficio como gestores de la escasez: “cuida puestos en cola”, “informantes de dónde encontrar bienes escasos”, “bachaqueros”, y cualquier otra cosa, producto de la bárbara anti-economía que reina en el país como política pública.
Ya no se da clases, se está dando lástima como país. Poseer un título universitario, en nuestro país, es como pertenecer a los condenados de la tierra, la visión política del gobierno es que todo aquel que aspire una mejor vida por la vía del emprendimiento y de sus méritos se acredita el epíteto de burgués, sin derechos, sin protección, sin posibilidades. De continuar así, nuestras universidades como casas muertas se transformaran en cascarones vacíos de su substancia: maestros y alumnos. Llama la atención que mientras los jóvenes con formación profesional se van del país, de otros países llega gente atraída por esos nuevos oficios informales[1] que han surgido en el Venezuela.
En términos gráficos:
[1] http://www.el-carabobeno.com/regiones/articulo/101624/persiste-deportacin-de-extranjeros-indocumentados-en-carabobo
Excelente análisis, muestra de forma objetiva e irrefutable la pésima situación de los ingresos de los docentes universitarios
Análisis en cifras de lo que los profesores universitarios padecemos, aparte del deterioro en valores e inercia de razonamientos de los estudiantes
El exterminio de la educación en Venezuela va mucho más allá de lo meramente económico, es estructural y de profundidad, más cuanto menos sabemos que queremos como país.