Después del Gobierno de Isaías Medina, el pecado original de la naciente democracia marcará el futuro del país, algo dejó esta vida en un país donde el “cada vez más de lo mismo” deteriora más la institucionalidad, la moral y la idiosincrasia del venezolano. Cada gobernante, cuan más populista que el anterior, ofrece soberanía y desarrollo y en cada ocasión cuando creemos estar al final de la travesía, comienza otra peor, donde siempre se añora un pasado, un pasado responsable de la tragedia que hoy nos abruma. Lo mal nacido de golpes y con golpes ha sido el suicidio político en este país.
Mientras las grandes civilizaciones desde el comienzo de la historia han estado condicionadas por su propia gente, por sus actos y albedrío en favor de una visión de país, nuestro relato sigue atado a héroes, intentando reproducir el glorioso pasado de una narración mal contada. Hay una convergencia desde las “buenas intenciones” socialistas en una suerte de bipolaridad en la cual por un lado va la retórica y por otro van los hechos del aprovechamiento de cada oportunidad que se ofrezca para apropiarse de la renta, sea petrolera o de otra cualquiera.
Bajo el populismo-iliberal se ha creado un entramado legal en el cual es técnicamente inevitable realizar cualquier actividad sin estar incurso en alguna violación de la ley, reglamentos o providencias, es el mecanismo anti-frágil de abuso del poder discrecional. La justicia en este país, no es ciega ni imparcial, es política.
No hay suficiente interés académico, político, económico, social ni cultural por la reflexión prospectiva sobre las oportunidades que ofrede la dotación de recursos naturales de Venezuela. No existe un escenario de discusión estratégica sobre el porvenir económico y bioetico de un país con las mayores reservas de petróleo mundo y con importantes recursos mineros como bauxita, coltán, hierro, minerales no metálicos, oro aluvial, tierras raras, diamantes, cobre, caolín y dolomita.
El tiempo es copado por lo mediatico-político con un tránsito político de casi 20 años de retroceso institucional de la democracia y sus valores. A pesar de ser el país donde la intelectualidad de los años 30 anticipó la importancia crucial del uso de recursos energéticos para el mundo, y a partir de ello, lo decisivo de transformar la renta petrolera en capital, nuestros gobernantes dilapidaron esa oportunidad con mal gasto público. Somos tal vez el único país a espaldas del futuro.
Desde el 21 de febrero de 1936 hasta nuestros días, lo esencial de las reformas económicas, políticas y sociales se dieron en ese lapso. En la historia republicana jamás se dieron tantos avances como en ese período que va desde ese 21 de febrero de 1936 hasta el 18 de octubre de 1945. El ciclo que rompe un golpe de Estado deja un legado y algo insólito: el Gobierno de Medina no tuvo presos de conciencia.
Fueron los tiempos de Alberto Adriani Mazzei, Diógenes Escalante, Caracciolo Parra, Manuel Egaña, Héctor Cuenca, Arturo Uslar Pietri, entre otros. 42 años le tomo al populismo socavar las instituciones fundamentales y orientaciones derivadas del programa de febrero y de las reformas de Medina. Para diciembre de 1984 se creó la Comisión para la Reforma del Estado (COPRE), un intento de erradicación de los males del populismo presidido por Ramón J Velázquez y Gerber Torres, es status quo cierra filas y el intento fracasó definitivamente con el desplazamiento del poder del Señor Carlos Andrés Pérez y la llegada del Socialismo del Siglo XXI.
Cita tras cita de textos mal interpretados, nos contextualizan, en el pasado, como si la historia se hubiese congelado en el tiempo, no tenemos héroes vivos sino puras referencias llenas de culto a gente que no está entre nosotros y fuera de realidad. Cuando la preocupación en casi todas partes es como agregar valor y ser mas productivos, en nuestro país perdemos el tiempo inmersos en el anacronismo de un discurso político iliberal.
http://www.flacsoandes.edu.ec/biblio/catalog/resGet.php?resId=24340
http://gumilla.org/biblioteca/bases/biblo/texto/SIC1988504_148-151.pdf
http://www.saber.ula.ve/dspace/bitstream/123456789/37508/1/articulo3.pdf